La doctora de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indicó que la actividad de menores de edad jornaleros se da en particular donde no hay control oficial, con jornadas laborales exhaustivas.
Sin embargo, este panorama no es muy diferente al de las zonas urbanas, donde el trabajo infantil está en el comercio informal, doméstico, industria de la construcción, entre otras formas de labores no formales, advirtió Barrón Pérez a UNAM Global.
La especialista alertó que lo grave es que en ambos casos, los niños y niñas corren el riesgo de ser usados en actividades como prostitución o narcotráfico.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define al trabajo infantil como aquella actividad o labor que realizan niños y niñas menores de 14 años de edad por una remuneración económica.
Ello, además del trabajo no remunerado que realizan los menores para ayudar a adultos que sí reciben un salario, aclaró la profesora.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) estima que en todo el mundo existen 158 millones de niños y niñas entre cinco y 14 años de edad que trabajan.
La OIT considera que las colaboraciones en el hogar o en los negocios familiares permiten a niños y niñas desarrollarse de forma íntegra, además de que no afectan su formación escolar ni atentan contra su salud.