Las nuevas recomendaciones de la OMS tienen como finalidad preservar la eficacia de los antibióticos importantes para la medicina humana reduciendo su uso innecesario en animales.
El objetivo general es alentar un uso prudente para ralentizar el desarrollo de resistencia a los antimicrobianos y preservar la eficacia de los antibióticos más esenciales para la medicina.
En algunos países, aproximadamente el 80 por ciento del consumo total de antibióticos de importancia médica se da en el sector animal, principalmente para estimular el crecimiento en animales sanos.
El abuso y el uso indebido de antibióticos en animales y humanos están contribuyendo al aumento de la amenaza que representa la resistencia a los antimicrobianos.
Algunos tipos de bacterias causantes de infecciones humanas graves ya son resistentes a la mayoría o a la totalidad de los tratamientos disponibles, y hay pocas alternativas prometedoras en fase de investigación.
"La falta de antibióticos efectivos es una amenaza de seguridad tan grave como un brote repentino y mortal de una enfermedad", dijo el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En sus directrices actualizadas, la OMS dice que los animales que son criados para su carne, leche o huevos solo deben ser tratados con antibióticos si realmente están enfermos, o si hay una infección entre su rebaño o zona.
En 2006 la Unión Europea prohibió el uso de antibióticos para estimular el crecimiento animal. Los consumidores también están impulsando la demanda de carne producida sin el uso sistemático de antibióticos, por lo que algunas cadenas alimentarias importantes están adoptando la política de "ausencia de antibióticos" para sus suministros cárnicos.
Las Directrices de la OMS sobre el uso de antimicrobianos de importancia médica en animales destinados a la producción de alimentos se basan en evaluaciones e informes de expertos realizados a lo largo de decenios acerca del papel del uso agropecuario de los antibióticos como factor que contribuye al aumento de la resistencia a estos fármacos.
En abril de 2017 la OMS actualizó la lista de antibióticos considerados de máxima prioridad entre los antimicrobianos de importancia crítica scomo las quinolonas, las cefalosporinas de tercera generación o ulteriores, los macrólidos y cetólidos, los glicopéptidos y las polimixinas (también conocidas como colistinas).
Estos antibióticos son esenciales como tratamientos de último recurso para infecciones multirresistentes en humanos.
La lista de antimicrobianos de importancia crítica para la medicina humana, que se actualiza periódicamente, con el fin de que sirva para promover el uso prudente de dichos fármacos.
Los antibióticos utilizados actualmente en humanos y animales se clasifican en tres categorías —"importantes", "muy importantes" y "de importancia crítica"— en función de su importancia para la medicina humana.