Las directrices resaltan las propiedades beneficiosas de la lactancia materna e indican que actualmente no hay casos documentados de transmisión del virus a través del amamantamiento.
La OMS recomendó que los bebés iniciados en la lactancia una hora después del nacimiento sean alimentados exclusivamente con leche materna durante seis meses, junto a la introducción oportuna de alimentos complementarios, y hasta los dos años de edad por lo menos.
La recomendación es efectiva tanto para las madres que puedan ser o sean portadoras del virus, como para las que hayan dado a luz bebés con anomalías congénitas, incluida la microcefalia.
Hasta la fecha, no se han registrado en los países en los que el virus continúa activo resultados neurológicos adversos o enfermedades graves en niños portadores tras su nacimiento.
El documento fue elaborado en colaboración con diversos departamentos de la Organización y está pensado para el uso de gobiernos, legisladores, ministerios de salud y trabajadores del ámbito sanitario.
La guía tendrá vigencia hasta agosto de este año o hasta que se produzca una nueva revisión y actualización de las pruebas que se realizarán el próximo mes de marzo.