Investigadores australianos llevaron a cabo una revisión de los accidentes cerebrovasculares isquémicos y hemorrágicos en personas menores de 45 años, grupo de la población en el cual estos ataques son mucho menos comunes pero que tienen una mortalidad significativa.
Los científicos buscaron en bases de datos bibliográficas artículos relacionados con metanfetaminas y accidentes cerebrovasculares, y seleccionaron 77 apartados que daban cuenta de 81 casos hemorrágicos y 17 isquémicos, la mayoría de ellos en hombres.
Encontraron una incidencia mayor de accidentes cerebrovasculares hemorrágicos con el uso de metanfetaminas por vía oral o inyección, mientras que los isquémicos estaban relacionados comúnmente con la inhalación.
El accidente hemorrágico se asoció con anomalías vasculares en un tercio de los casos; una cuarta parte de los individuos se recuperó por completo y el tercio restante murió después del ataque cerebral. En tanto que los pacientes que sufrieron un isquémico se recuperaron y sólo un quinto de ellos murió.
“Hay una preponderancia de accidentes cerebrovasculares hemorrágicos asociados con el uso de metanfetamina en los jóvenes. Los mecanismos de este tipo de accidentes incluyen hipertensión, vasculitis, toxicidad vascular directa y vasoespasmo”, indican los científicos.
En un período de aumento en el uso mundial de metanfetamina, la incidencia de accidentes cerebrovasculares relacionados con la metanfetamina aumentará, con el consecuente aumento de la carga de la enfermedad contribuida por tales eventos, advierten.
“Con el uso de metanfetamina en aumento, en particular las formas más potentes, hay una carga creciente de enfermedades y daños, en particular entre los jóvenes”, escribieron los investigadores en la revista Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry.
Los jóvenes que utilizan metanfetaminas, y los médicos que los tratan, deben ser conscientes del mayor riesgo de accidente cerebrovascular vinculado a esto, afirman y recomiendan a los usuarios ser conscientes de las señales de alerta temprana.
Algunos usuarios pueden experimentar síntomas tales como dolor de cabeza, problemas de habla y lenguaje, y problemas de visión que pueden ser temporales al principio, pero que luego predicen un golpe completo.