Sin embargo, el estudio también alerta del camino que queda pendiente para eliminar el paludismo para 2030 y llama a completar la tarea.
La malaria, un padecimiento transmitido por mosquitos, es prevenible y curable, pese a ello, este año se han registrado 438.000 muertes y más de 200 millones de casos nuevos, la mayoría de ellos en niños de África Subsahariana.
A partir del 2000, más de la mitad de los 106 países con malaria redujeron al menos en 75 por ciento la incidencia con medidas que incluyen el uso de mosquiteros tratados con insecticida, fumigación de áreas exteriores y medicamentos, explicó el doctor Pedro Alonso, director del Programa Mundial de la OMS contra la Malaria.
"Fue muy positivo el progreso de los últimos 15 años en términos de casos prevenidos, vidas salvadas casi seis millones, y los beneficios económicos que esto implicó. Pero reconocemos que la agenda no está terminada y que este año ha habido 214 millones de nuevos casos y 438.000 muertes entre los 3.200 millones de personas que siguen en riesgo de contraer la malaria o que viven en áreas donde es endémica", apuntó el especialista.
La OMS presentó este año una estrategia que tiene el objetivo de reducir la incidencia del paludismo y su tasa de mortalidad por lo menos un 90 por ciento en los próximos 15 años.
Para implementar la iniciativa, la agencia de la ONU ha solicitado que se aumente la inversión anual en el combate al padecimiento, de los 3,000 millones de dólares actuales a 9,000 millones de dólares.