La población de América Latina vive 45 años más que en el siglo XX

La esperanza de vida en América Latina aumentó 45 años en poco más de un siglo al pasar de los 29 años que vivía de media una persona en 1900 a los 74 años en 2010, según un estudio presentado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

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La esperanza de vida en América Latina aumentó 45 años en poco más de un siglo según OPS.

El informe "Salud en las Américas", presentado en el marco de la 28 Conferencia Sanitaria Panamericana que se celebra en Washington hasta el 21 de septiembre, analiza los avances y desafíos de los países de la región para mejorar la salud de sus ciudadanos.

Entre los principales logros, la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el continente americano destaca que el 98 por ciento de los niños llega a cumplir el año de vida cuando cien años atrás sólo lo hacía el 75 por ciento.

No obstante, a pesar de las mejoras alcanzadas en este último siglo para mejorar la salud de los ciudadanos y prolongar la esperanza de vida, advierte de que en algunos países persisten las desigualdades que pueden amenazar estos avances.

El organismo reconoce que en los últimos años aumentó el gasto público en salud, con diferencias entre los países, pero aun así todavía hay 274 millones de habitantes de América Latina y el Caribe (46 por ciento) que no tienen seguro de salud.

La directora de la OPS, Mirta Roses, afirmó que los países han sido "colectivamente exitosos en hacer más saludable y más próspera a esta parte del mundo", pero, añadió, "debemos poner manos a la obra de forma urgente y enérgica para hacer de esta región un hogar más equitativo y sostenible para todos los habitantes actuales y los que vendrán".

El estudio señala las diferencias dentro del propio continente, ya que en 1900 una persona que nacía en América del Norte tenía una esperanza de vida de 48 años, mientras que en el resto de la región era de 29 años. Un dato que cambió significativamente a lo largo de los años, y en 2010 era de 78 y 74 años respectivamente.

Estas diferencias también son notables entre los países más ricos y más pobres de América Latina, así como en las poblaciones rurales, que tienen más difícil el acceso a los servicios de salud.

La OPS señala que, por ejemplo, la esperanza de vida en Chile está en 79.2 años, mientras que en Bolivia es de 66.8 años, 12.4 años menos.

La mortalidad infantil también disminuyó en este periodo. Uno de cada cuatro niños que nacía en 1900 en América Latina y el Caribe moría antes del año de vida, mientras que en la actualidad el 98 por ciento sobrevive y tiene altas probabilidades de llegar a la tercera edad.

La tasa de mortalidad infantil en América Latina y el Caribe varía en cada país: mientras que en Cuba fue del 4.8 por 1,000 nacidos vivos, en Canadá del 5.1 y en Chile del 7.8, en Bolivia fue de 50 y en Nicaragua de 33 por 1,000, según la última información disponible de 2009.

Entre los retos que señala la organización están "los cambios demográficos, el crecimiento de la población, la urbanización y el envejecimiento".

Si a principios del siglo XX la población en América era de 194 millones de personas, en 2010 superó los 940 millones y se estima que para 2020 ascenderá a unos 1,027 millones, equivalente al 13.4 por ciento de la población mundial.

América es la región más urbanizada del mundo, según este informe.

En 2010, el 82.1 por ciento de la población de América del Norte y el 79.4 por ciento de América Latina y el Caribe residían en zonas urbanas.

Se anticipa que para el año 2025, nueve de las 30 ciudades más grandes del mundo estarán en las Américas: Sao Paulo, México, Nueva York, Buenos Aires, Los Ángeles, Río de Janeiro, Bogotá, Lima y Chicago.

En 1950, en América Latina y el Caribe, el 58.6 por ciento de las personas vivían en el campo, y el 36.1 por ciento América del Norte. En 2010, esos porcentajes pasaron al 21.2 por ciento y al 18 por ciento, respectivamente.

La OPS hace también un repaso de la salud en la región, según el cual unos 250 millones de personas en la región padecen alguna enfermedad no transmisible, como cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte.

Destaca que entre 2001 y 2009 la tasa de nuevas infecciones anuales por VIH en América Latina y el Caribe disminuyó de 22.5 a 18.6 por 100,000 habitantes, mientras que en América del Norte se ha mantenido estable los últimos cinco años.

En cuanto a las muertes por otras causas que no son enfermedades, los accidentes de tráfico y la violencia son los primeros desencadenantes de la muerte en los jóvenes y adultos de 15 a 44 años, y especialmente entre los hombres.

Además, se registran alrededor de 600,000 homicidios por año, 10 veces más en hombres que en mujeres, y la mitad se concentran en la población con niveles más bajos de escolaridad.