En un comunicado por el Día Mundial contra el SIDA, recordó que 51 países aún imponen restricciones de entrada, permanencia y residencia a las personas portadoras del VIH, 79 penalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, y 116 consideran al trabajo sexual un delito.
“Esas leyes y políticas punitivas no coadyuvan a la creación de un ambiente que haga que la gente se sienta segura para buscar acceso a la prevención, al tratamiento o a los servicios y refuerzan los prejuicios existentes”, dijo Pillay.
Por otro lado, la Alta Comisionada urgió a la comunidad internacional de donantes a cumplir con el compromiso asumido en la ONU en septiembre pasado de aportar 20 mil millones de dólares para una respuesta efectiva contra la epidemia.
Hasta la fecha, de esa oferta sólo ha llegado 11 mil millones.