Tras analizar la dieta de 16 mil estadunidenses, los expertos identificaron que el consumo de aves, cereales integrales y proteínas de origen vegetal tienen un impacto positivo en las personas y en el planeta.
Debido a que la producción de alimentos incide al cambio climático, los investigadores de Tulane y la Universidad de Michigan iniciaron estudios sobre los impactos de las elecciones dietéticas de los estadunidenses.
Elaboraron bases de datos de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la producción de alimentos, y la vincularon a una encuesta federal sobre la alimentación de las personas.
Los investigadores clasificaron las dietas según la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero por cada mil calorías consumidas, y al dividirla en grupos, calificaron el valor nutricional de los alimentos consumidos en cada dieta utilizando el Índice de Alimentación Saludable de Estados Unidos.
De acuerdo al estudio que dio a conocer la Universidad de Tulane, los estadunidenses clasificados que generan menor huella de carbono consumieron una dieta más saludable. Asimismo, registraron menor consumo de nutrientes como hierro, calcio y vitamina D.
Un estudio previo publicado en la Revista Americana de Nutrición Clínica, mostró que 20 por ciento de los estadunidenses representaban casi la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero si se relacionaba con su dieta.
“No se requiere ir al extremo de eliminar los alimentos por completo. Por ejemplo, si reducimos la cantidad de carne roja en nuestras dietas y la reemplazamos con otros alimentos proteínicos como el pollo, es posible tener dietas más sanas y reducir emisiones relacionadas con los alimentos”, agregó Diego Rose, profesor de nutrición y seguridad alimentaria en la Escuela de Salud Pública y Medicina Tropical, de la Universidad de Tulane