En el proyecto que encabeza Luisa Martínez Aguilar, buscan el origen de la hipertensión arterial, el infarto al miocardio, la insuficiencia y las arritmias cardiacas y el uso de biomarcadores a nivel molecular para tratar esos males.
El trabajo de la científica se concentra en el estudio molecular y celular de varios compuestos que han sido desarrollados en la FES Cuautitlán, y el análisis del sistema renina-angiotensina, que genera las cuatro enfermedades, destacó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en un comunicado.
Este estudio tiene el objetivo de encontrar una solución viable contra dichas afecciones, ya que en el mercado no hay algún compuesto eficiente para su tratamiento ni un conocimiento acertado sobre su origen o evolución.
“En México aún no existen fármacos antiarrítmicos que mejoren el ritmo cardiaco en insuficiencia e infarto; de hecho, hay mortalidad posinfarto porque no se ha desarrollado uno que sea efectivo para esas arritmias que se generan por la necrosis o muerte celular de una parte del corazón”, destacó la especialista.
Esa etapa de la enfermedad es punto de partida en el avance de los consecuentes padecimientos cardiovasculares, que evolucionan gradualmente hasta producir un infarto e insuficiencia cardiaca, proceso en el que las arritmias permanecen como un problema constante.
“¿Por qué menciono la hipertensión arterial?, porque genera el infarto al miocardio y, si sobrevive el paciente, insuficiencia cardiaca”, puntualizó.
Explicó que la singularidad del sistema renina-angiotensina es su conformación molecular, está integrado por varios péptidos que, por sus características y por estar en contacto con otras vías, logran proteger al corazón.
En ese sentido, señaló que se pretende determinar cuáles son los marcadores de daño y cuáles de protección, por ejemplo, uno de los péptidos es la angiotensina, que ha demostrado tener efectos vasodilatadores y no permite el crecimiento del corazón.
En el estudio se experimenta con especies animales como principal fuente de investigación e identificación del sistema renina-angiotensina, así como de los biomarcadores que lo conforman.
“Si descubrimos qué marcador es fuerte en ciertos aspectos, como el de prevención, entonces daríamos importancia a buscar fármacos que lo promuevan para evitar la hipertensión o controlarla”, indicó.
El estudio busca también ser una fuente de información de diagnóstico oportuno para el paciente, con base a su etapa de padecimiento.