“Muchas gracias a todos aquellos que participaron en la campaña de la donación, a todos y cada uno de los voluntarios que acudieron al llamado realizado”, indicó en un comunicado al precisar que son alrededor de unos cinco mil productos sanguíneos los que requiere el hospital en todo el año.
Morales Velazco manifestó que el recurso hemático sanguíneo es muy importante para el tratamiento de niñas y niños que atiende el HNAM, sobre todo aquellos que tienen diagnóstico de cáncer o enfermedades hematológicas.
Apuntó que de cada donador voluntario se pueden salvar hasta cuatro vidas, ya que se logran extraer varios componentes sanguíneos, como son concentrado eritrocitario, plasma, plaquetas y algunos otros factores de la coagulación.
Especificó que si bien esta campaña la realiza el hospital de manera anual, la campaña altruista está vigente todo el año acudiendo al Centro Estatal de Transfusión (CETS) en Cuernavaca.
Fermín Morales precisó que desde hace unos años se modificaron ciertos requisitos para los donadores voluntarios, como lo es la aceptación de personas con tatuajes lo cual ya no es impedimento para poder ayudar en esta noble causa, siempre y cuando haya pasado un año de habérselo realizado.
En esta jornada, Félix Rodríguez, originario del municipio de Cuautla, reveló que él y su esposa acudieron a donar sangre ya que su nieto se encuentra hospitalizado y será sometido a una operación para corregir el paladar hendido.
Explicó que sólo requerían un sólo donador, pero al someterse al procedimiento para revisar su estado de salud (signos vitales, presión arterial y nivel de glóbulos rojos), aprobaron satisfactoriamente, por lo que decidieron que los dos compartirían vida.
Tras 20 minutos que dura el procedimiento de donación, en el que se extrae un poco menos de medio litro de producto sanguíneo, Félix expresó “los que quieran y puedan donar que donen, a final de cuentas ayudamos a otra persona”.
Autoridades del HNAM explicaron que la transfusión de sangre segura y de calidad es de suma importancia, ya que aumenta la esperanza y calidad de vida de los pacientes y favorece su curación y rehabilitación.