Asimismo, la jefa del Departamento de Toxicología Clínica del Centro Médico Nacional La Raza destacó que en caso de intoxicación, se debe acudir a un médico y no administrarse medicamentos o neutralizantes, como agua con bicarbonato o con jugo de limón, leche u otros remedios que sólo pueden afectar más a la persona.
Sánchez Villegas refirió que por su alta toxicidad, la atención a personas por plaguicidas ocupa el cuarto lugar de atención en materia de envenenamientos agudos en este servicio.
En ese sentido, resaltó la importancia de evitar el uso o consumo de productos tan letales como el fosfuro de zinc, pues es utilizado para matar ratones y que en el mercado puede encontrarse a muy bajo costo.
Otra sustancia nociva es la sosa cáustica y ésta ha impactado en gran manera el consumo en menores de edad porque su compra es de fácil acceso y suele venderse a granel en altas concentraciones, advirtió.
Al respecto, la doctora refirió que el grupo pediátrico con mayor riesgo está entre los 12 y 16 años de edad, la edad de los adultos es de 35 y 45 años y en adultos mayores es frecuente a partir de los 70.
En casa, acotó, otro problema es el uso indiscriminado de medicamentos potencialmente tóxicos y que pueden estar en el botiquín de cualquier familia, como paracetamol, carbamazepina, medicinas para el control de la diabetes o glucosa.
Por ello, la experta del Seguro Social insistió en la necesidad de tener resguardados y bajo vigilancia los fármacos, sobre todo si en casa hay niños pequeños o jóvenes.
Alteró que los productos químicos que contienen los plaguicidas agrícolas son usados frecuentemente con fines suicidas, pues causan daños fatales a quien se expone a ellos, y las personas recurren a esos productos por su disponibilidad, bajo costo y alta eficacia.