Señaló que con la práctica del buen dormir “se puede llegar en plenitud a la vejez, favorece la vida sexual, disminuye el peso, ya que promueve la producción de la hormona de crecimiento que contrarresta la acumulación de grasa en el cuerpo”.
Indicó que es importante considerar un descanso después de comer, con una duración de 15 a 20 minutos en un lugar tranquilo, fresco, limpio y ventilado.
“Tomar una siesta mejorará el rendimiento laboral e intelectual; la capacidad de concentración, de atención y de reacción aumentará, así como la alerta cerebral, al grado que disminuirán los índices de accidentes y errores cometidos por falta de reposo”.
Dijo que para descansar por la noche se debe utilizar ropa holgada y de algodón, no ingerir alimentos pesados, evitar repasar problemas de la vida cotidiana antes de conciliar el sueño, tener un colchón adecuado, procurar una habitación cálida que favorezca la oscuridad y dormir el tiempo adecuado.
Puntualizó que el hábito de la siesta vespertina será un remedio a la necesidad de descanso.
Sin embargo, Gutiérrez Rodríguez apuntó que la falta de descanso adecuado causa baja productividad laboral e irritabilidad, “quienes no duermen bien tienen mal humor durante el día, dolores de cabeza o musculares, rinden menos en el trabajo y escuela, por lo que ven afectada su vida personal y laboral”.
Mencionó que pese a la importancia de tener un descanso eficiente, la gente no duerme bien.
“En promedio, un adulto debe descansar entre siete y nueve horas al día; los adultos mayores de siete a ocho horas, un adolescente de ocho a 10, y los niños de 10 a 12 horas”, consideró.
Agregó que, sin embargo, hoy las personas tienen mayor exigencia laboral y académica, lo que genera un desgaste mayor y no tienen una adecuada alimentación, lo que detona un descanso deficiente a la hora de dormir.