En su última edición de las Perspectivas de la Economía Mundial, publicadas hoy en Washington, el FMI vuelve a revisar a la baja el crecimiento de América Latina y el Caribe, región para la que ahora prevé un crecimiento total de 2.7 por ciento este año y 3.1 por ciento en 2014.
Las cifras suponen una nueva reducción después de que en julio, durante su revisión trimestral del informe que publica dos veces al año -en abril y octubre- el Fondo ya atemperara sus proyecciones para la región, a 3.0 por ciento este año y 3.4 por ciento el próximo.
El principal motivo de esta segunda revisión a la baja es un "crecimiento más débil de lo previsto" en la primera mitad del año, señala ahora el FMI.
El organismo con sede en Washington destaca en este sentido especialmente la "inesperada desaceleración" de México, país para el que hace la más drástica revisión a la baja, que es además la segunda en menos de seis meses.
De hecho, el FMI prevé ahora que México sólo crecerá este año 1.2 por ciento, cuando en julio todavía proyectaba 2.9 por ciento y en abril incluso 3.4 por ciento.
Según estas nuevas previsiones, México sólo quedaría por delante de Venezuela, que una vez más es el patito feo de la región ya que, marcado por "escasez de existencias energéticas y controles de la tasa de cambio", registrará según el FMI un modesto crecimiento de 1.0 por ciento este año y 1.7 por ciento el próximo.
De acuerdo con el organismo financiero internacional, la fuerte revisión negativa de México se debe a una combinación de menor gasto estatal, una bajada de la actividad del sector de la construcción y una "floja" demanda de Estados Unidos.
Con todo, el Fondo prevé una "recuperación gradual" de México hasta que el país norteamericano logre el tres por ciento de crecimiento en 2014, gracias entre otros a una recuperación del sector manufacturero de la mano de una mayor demanda estadounidense, un nuevo ímpetu en el gasto del gobierno y a que las actuales reformas estructurales "empezarán a dar sus frutos".
Por el contrario, el FMI mantiene invariables sus previsiones para Brasil este año: 2.5 por ciento de crecimiento gracias a una recuperación de las inversiones. El FMI saluda la reciente depreciación de la moneda que, considera, ayudará a mejorar la competitividad externa, si bien advierte de que una inflación más alta ha rebajado los ingresos reales y podría afectar al consumo, entre otros. Ello lleva al Fondo a rebajar a 2.5 por ciento las perspectivas de crecimiento en 2014 para el gigante sudamericano, 0.7 puntos porcentuales menos de lo estimado tres meses atrás.
El país que mayor crecimiento registrará es Paraguay, con un sorprendente 12 por ciento este año -mejor aún que sus perspectivas en abril, cuando lo situaba en 11 por ciento- que moderará sin embargo fuertemente en 2014, hasta un 4.6 por ciento, una cifra más a tono con el resto de la región.
Le sigue Perú, que una vez más saca buena nota con unas perspectivas de crecimiento de 5.4 por ciento este año y 5.7 por ciento el próximo, seguido muy de cerca por Bolivia (5.4 y 5.0 por ciento respectivamente), y Chile (4.4 y 4.5 por ciento).
En el caso de Argentina, un país que estará en la lupa del FMI cuando esta semana inicie su reunión anual en Washington por la inédita "moción de censura" que le impuso en febrero por sus cuestionadas mediciones estadísticas, el Fondo prevé un crecimiento en 2013 de 3.5 por ciento que reduce a 2.8 por ciento en 2014.
Una mejora de las perspectivas argentinas que atribuye a una "fuerte" cosecha, si bien advierte de que la actividad económica sigue "contenida" por controles administrativos.
Las cifras argentinas aparecen además en el informe de nuevo con un asterisco que recuerda la censura bajo la que está el país y que apunta que "fuentes de datos alternativas muestran un crecimiento real significativamente más bajo que los datos oficiales desde 2008 y tasas de inflación considerablemente más altas desde 2007".
Centroamérica también verá una ralentización de su crecimiento, que en 2013 llegará a 3.9 por ciento, cifra que el FMI mantiene invariable para 2014. Una nueva ralentización del crecimiento que el Fondo atribuye sobre todo a una demanda externa más débil de lo esperado y también a una bajada de las remesas.
Entre los principales riesgos que afrontan América Latina y el Caribe en su conjunto están una eventual fuerte bajada en los precios de las materias primas de las que en buena parte depende su buen desempeño económico.
De hecho, apunta, un crecimiento más lento de lo previsto de China podría provocar una caída del crecimiento de la región de hasta medio punto porcentual por su efecto en los precios de las materias primas y las exportaciones.