En un informe hecho público en Berlín, el FMI estima que "los fundamentales nacionales se mantienen fuertes y las reformas pasadas han valido la pena a merced del bajo desempleo", pero recalca que la crisis de la eurozona supone "una importante fuente de riesgo", y que "hay que evitar sobreactuar en consolidación" fiscal.
Sólo una recuperación "gradual" de la economía continental para finales de este ejercicio y una "tangible reducción de la incertidumbre" podrían mejorar las perspectivas para la mayor economía de la eurozona.
"Si la reducción de la incertidumbre y la prevista recuperación gradual del resto de la eurozona no se materializa, se puede esperar que el crecimiento siga por debajo de su potencia por más tiempo, lo que llevará a ampliar el desfase productivo y, eventualmente, a una debilidad en el mercado laboral", argumenta el documento.
Además, el documento apunta el riesgo de más "estrés financiero" en la zona euro, lo que "amplificaría el impacto" de la desaceleración económica en Alemania por vía financiera y comercial.
El enfriamiento económico de las principales potencias emergentes podría suponer asimismo un problema para la economía alemana, prosigue el informe del FMI, debido a la importancia del sector exterior.
En política fiscal, el organismo multilateral considera que una ligera relajación podría ser "apropiada" dado que Berlín ya ha logrado, de largo, reducir su déficit público por debajo de los objetivos europeos.
"Dado el débil contexto de crecimiento y los significantes riesgos en las perspectivas, es importante no sobreactuar en consolidación", advierten los técnicos del FMI.
Además, el informe aboga por introducir "reformas estructurales" en la economía alemana "para elevar el crecimiento potencial" del país. EFE