La lucha coordinada contra el fraude fiscal es uno de los dos temas principales en la agenda de dicha reunión junto a la integración de los mercados de la energía, según señala Barroso en su misiva dirigida a los jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros.
"En un momento de consolidación fiscal, los Estados miembros no están obteniendo el máximo de los ingresos fiscales y la cuestión de la equidad es absolutamente prioritaria", afirma Barroso en la carta, que ha sido distribuida a los medios.
Por ello, destacó la importancia de que los Estados miembros respalden la Directiva sobre Fiscalidad del Ahorro, y de que hagan "un uso más intensivo de los instrumentos políticos de que ya disponen".
Esto incluye "una aplicación ambiciosa" del plan de acción presentado por la Comisión para reforzar la lucha contra el fraude y la evasión fiscal, y las dos recomendaciones sobre paraísos fiscales y planificación fiscal agresiva.
Barroso defendió el principio del intercambio automático de información y apostó por extender esta norma "a todas las formas de ingresos".
La CE presentará una propuesta legislativa en esta línea con objeto de "garantizar la cobertura plena y coherente de todos los tipos relevantes de ingresos en todos los Estados miembros" mediante el intercambio de información, según anunció Barroso.
A partir de estas bases, Barroso pidió a los líderes de la UE "acordar colectivamente una posición sólida y coordinada en el G8, el G20 y la OCDE", para que el intercambio automático de información se convierta en "la nueva norma mundial".
Por otra parte, el presidente de la CE señaló la importancia de "culminar el mercado interior de la energía y aplicar la legislación existente" para solucionar el problema de los altos precios en este sector.
"Los precios de la energía varían considerablemente de un país a otro porque nuestro mercado está fragmentado", subrayó Barroso, quien añadió que una mejora de la eficiencia en esta área impediría que los consumidores y empresas "paguen más de lo que tendrían que pagar" por el suministro energético.
El debate de los Veintisiete sobre este tema se centrará en las conclusiones ya adoptadas en 2011, a las que la Comisión añadirá "algunas sugerencias sobre orientaciones políticas", según Barroso.
Entre otras medidas concretas, Bruselas propone "apoyar la inversión pública y privada sostenible" en infraestructuras energéticas, diversificar los suministros de energía y "aprovechar nuevas fuentes internacionales".
Barroso también pidió "un planteamiento más coordinado entre Estados miembros sobre el aumento positivo de las energías renovables" y "sobre el potencial de hidrocarburos no convencionales".
Estas políticas permitirían aumentar la competitividad de las empresas europeas, impulsar el crecimiento sostenible y "responder a los cambios en el panorama energético mundial", según el presidente del Ejecutivo comunitario.