Roland Berger señala que "la industria europea es cada día menos relevante en el sector mundial del automóvil".
En este sentido, resalta que la crisis afecta todavía a los consumidores y las previsiones indican que este año sólo se venderán en el viejo continente 12.8 millones de vehículos, cifra que representa al 15.6 por ciento de las ventas totales mundiales.
Este registro se entiende como "preocupante" por la fuente informativa, si se tiene en cuenta que en 2007 la producción y venta del sector europeo correspondía al 25 por ciento de todo el mundo
La debilidad de Europa la aprovechará China, mercado que cuenta con unas previsiones del 25 por ciento de cuota mundial en las ventas para este año y que puede elevarla al 27 por ciento en 2016.
La consultora propone para la subsistencia del mercado automovilístico europeo una estricta reducción de costos y una optimización de sus servicios, de forma que se reduzca el umbral de rentabilidad y se incremente la eficiencia de la empresa.
Entre los factores que atenazan a esta actividad cita la volatilidad de la demanda, la creciente competencia, la exigente legislación, la inflación en los costes de la energía, la falta de inversionistas o los altos costos de la industria.
Advierte que la relocalización de fabricantes europeos en economías emergentes no conlleva sólo esa acción, sino que a ella se asocia el traslado de buena parte de la infraestructura en I+D.