Ante este clamor, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, envió una señal con la llegada de un nuevo secretario de Seguridad Pública a Michoacán: el general, Alberto Reyes Vaca, hombre cuyo perfil parece el adecuado para atender con éxito este tema. Reyes Vaca es General de División Diplomado del Estado Mayor Presidencial, fue el jefe del Estado Mayor de la Onceava Zona Militar, con sede en Zacatecas y Comandante del 80 batallón de infantería, con sede en Tlaxcala, por lo tanto, no llegó un militar más, sino un militar de “élite”.
Sin embargo, para mí el tema obligado sigue siendo si “una sola persona podrá tener éxito total en la disminución de los índices de delincuencia y violencia en Michoacán”. Yo creo que no, ya que en el tema de seguridad pública existen y juegan múltiples factores, variables que se deben sumar y vincular para elevar las posibilidades de triunfo en el mediano y largo plazo.
Algo muy importante que jugará a favor de los michoacanos: este militar de carrera, viene a Michoacán con “toda la fuerza del Estado mexicano”, es decir, tendrá bajo su mando a las policías estatales, municipales, federales y al ejército, o por lo menos así ha trascendido en algunos medios de comunicación. En resumen, viene con todo el apoyo del gobierno federal y podrá utilizar la infraestructura en materia de seguridad pública que se tiene en la entidad, además de innumerables recursos humanos que deberán garantizar el orden y la paz de los michoacanos.
Aún así, en este marco, cabe otra gran pregunta: ¿el gobierno de Michoacán tiene los recursos económicos suficientes para aterrizar toda la estrategia federal y estatal en materia de seguridad pública y todos los programas y la obra pública con perspectiva social que deberá aterrizar de manera paralela para combatir y disminuir los números en delincuencia y en violencia? También me parece que la respuesta es no, pues el actual gobierno de Michoacán atraviesa por una severa crisis económica heredada. En palabras simples: no tiene el suficiente dinero para aterrizar pronto obras y acciones transversales, que disminuyan los índices de estos problemas.
Ante esta realidad, me parece que valdría la pena que de manera urgente y contundente, como ya se hizo en el tema de seguridad pública, la sociedad y los medios de comunicación le pidieran al gobierno federal, a través del secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, solidaridad, el apoyo suficiente y la inyección de recursos económicos o en créditos accesibles para que el gobierno de Michoacán resuelva pronto su crisis económica.
Es un hecho que los michoacanos necesitan que su gobierno tenga dinero para que aterrice en toda la entidad, inversión pública, pues si bien los pocos recursos que tiene el gobierno estatal están siendo enviados a los municipios para que los alcaldes los apliquen, definitivamente hacen falta mucho más recursos económicos.
Me parece que la crisis económica del gobierno de Michoacán mantiene encendidos los focos de alarma en color rojo, pues se necesita dinero para operar todo lo que el gobierno estatal, el federal y los municipales desean y se necesita. El gobierno federal ya escuchó a la gente y a los medios, y respondió en materia de seguridad pública, ahora sería muy bueno recibir su apoyo en materia económica. Por supuesto, de la aportación de la sociedad, hablaremos después.
