Biodiverasidad de Cozumel, tesoro natural en peligro

La acelerada destrucción del hábitat natural en la isla, como consecuencia de actividades humanas, provocó la disminución de más del 70 por ciento de las especies, advirtieron expertos del Instituto de Ecología de la UNAM

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En Cozumel, especies endémicas de vertebrados como el coatí, el zorrillo pigmeo, el zorrillo y el kinkajou, entre otros, están clasificadas como amenazadas o en peligro de extinción.

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Cozumel alberga cerca del 40 por ciento de la flora de Quintana Roo: 23 especies de anfibios y reptiles, 224 de aves, 15 de mamíferos terrestres y 24 de murciélagos, de las que al menos 31 son endémicas, como el coatí isleño.

       La biodiversidad de Cozumel, en Quintana Roo, está en peligro por la construcción de inmuebles, infraestructura y tala de selva para ganadería. La pérdida de hábitat, aunada a las especies exóticas introducidas, tiene un efecto grave y significativo sobre la flora y fauna, advirtieron especialistas del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM.

        En una década de trabajo, los integrantes del laboratorio de Genética y Ecología del IE, encabezados por Ella Vázquez Domínguez, registran una disminución de más del 70 por ciento de las poblaciones de roedores y mamíferos medianos, y de aves como el hocofaisán (Crax rubra griscomi).

        Las especies endémicas de vertebrados como el coatí de Cozumel (Nasua nelson), el zorrillo pigmeo (Procyon pygmaeus), el zorrillo (Urocyon cinereoargenteus), el kinkajou (Potos flavus); los roedores Reithrodontomys spectabilis, Oryzomys couesi cozumelae, y Peromyscus leucopus cozumelae, están clasificadas como amenazadas o en peligro de extinción, y la última se considera ya desaparecida en la isla, señalan.

        En el estudio Programa de Ordenamiento Ecológico Local del Municipio de Cozumel, realizado con otros equipos de investigación y organizaciones no gubernamentales (ONG), se señala la urgencia de aplicar un ordenamiento sustentado, para que el crecimiento urbano y turístico se haga de manera adecuada, con límites, y se decreten áreas para la protección de las zonas con mayor biodiversidad.

        Tesoro biológico

        La isla, ubicada en el Mar Caribe, alberga cerca del 40 por ciento de la flora de Quintana Roo: 23 especies de anfibios y reptiles, 224 de aves, 15 de mamíferos terrestres y 24 de murciélagos, de las que al menos 31 son endémicas, como la lagartija picasombra, el mapache pigmeo, el coatí isleño, el pez sapo espléndida, y el cenzontle de Cozumel, entre otras.

        Esas porciones de tierra son tesoros de biodiversidad, al contar con un gran número de endémicas de flora y fauna. Por estar aisladas, la vida en estos sitios es extremadamente difícil, por lo que la biota local es muy vulnerables, y se puede extinguir fácilmente.

        En este ecosistema, la pérdida se asocia a poblaciones pequeñas, poca migración de individuos del exterior, perturbación del hábitat por fenómenos naturales como huracanes, entre otros, y a factores asociados con el ser humano, entre los que destacan el cambio de uso de suelo, la deforestación y la introducción de especies exóticas.

        La acelerada destrucción del entorno a consecuencia de actividades humanas, ha alcanzado un nivel sin precedentes. En México, de un total de 146 especies endémicas de mamíferos, 20 por ciento se distribuye en 27 islas, y varias han desaparecido en décadas recientes, por ejemplo, seis roedores en esas tierras de Baja California, y muchas otras se consideran en peligro de extinción.

        En el Caribe Mexicano

        Cozumel es la isla más grande del Caribe mexicano. El nombre deriva del maya Cuzamil “tierra de baja altura, de golondrinas”. Alberga una diversidad biológica única e impresionante, que incluye cerca del 40 por ciento de la flora de todo Quintana Roo.

        Hasta comienzos de siglo, logró mantener una densidad poblacional humana constante, y una concentración hotelera y de instalaciones turísticas moderada, muy acorde con un adecuado manejo de los recursos, en particular de agua dulce, siempre limitada en la mayoría de las islas.

        El uso moderado de los recursos había permitido mantener entre el 70 y el 90 por ciento de ese territorio con vegetación natural y baja perturbación, lo que favorecía la preservación de su biodiversidad única.

        En la última década, se incrementó el cambio de uso de suelo para la construcción de inmuebles, una marina y su infraestructura, la tala de selva para ganadería, y por la ampliación a cuatro carriles de la carretera que rodea el sitio. La pérdida de hábitat, aunada a las especies exóticas introducidas como perros, gatos y boas, afecta a las poblaciones endémicas.

        Áreas de protecció

        En la actualidad, sólo cuenta con dos áreas protegidas: el Parque Nacional Arrecifes de Cozumel, y el Refugio Estatal de Flora y Fauna de Laguna Colombia. La primera protege parte de la zona marina; la segunda, en la zona terrestre, representa sólo el dos por ciento de la superficie.

        El Laboratorio de Genética y Ecología, junto con otros grupos de investigación y ONG, laboran en un estudio para el Programa de Ordenamiento Ecológico Local del municipio de Cozumel, donde identificaron que entre el 60 y 70 por ciento de la isla tiene aptitud alta, y muy alta para la conservación.

        Con sustento en este trabajo, se definieron zonas prioritarias para conservar ecosistemas como manglares, cenotes, selva mediana y baja que, además, protegerían un alto número de especies de plantas y animales. Sin embargo, a la fecha no hay áreas de conservación oficial específica para sus ecosistemas terrestres.