El primer ministro holandés en funciones, Mark Rutte, ha rechazado hoy la posibilidad de que la UE preste ayuda directamente a los bancos y ponga en marcha los eurobonos, una fórmula de la que sólo se podrá hablar, a su juicio, cuando se aproximen las economías nacionales de la zona euro.
En rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa, Rutte se ha alienado con las tesis de la canciller alemana, Angela Merkel, y se ha alejado de las propuestas del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, con quien se ha reunido hoy y que le escuchaba a su lado.
Para el primer ministro holandés, los eurobonos sólo serán posibles si los intereses que pagan los socios de la moneda única por su deuda se acercan un poco más, ya que ahora hay países que pagan en torno al 1 por ciento (el bono alemán a diez años, por ejemplo) y otros que superan el 6 por ciento (como España).
"En una situación así es imposible acudir a los bonos europeos", ha ratificado Rutte, quien sí ha apostado por trabajar hacia una supervisión europea de los bancos.
Sin comentar la posición holandesa, Rajoy ha explicado que ambos han analizado la agenda del próximo Consejo Europeo de Bruselas a finales de mes y los esfuerzos de ambos países para reducir el déficit y emprender reformas estructurales "con la mayor de las determinaciones".
A su juicio, éste es un momento de "extraordinaria importancia" para la historia de la UE y todos los socios coinciden en que "sólo en el seno de la Unión, aunando posiciones, seremos capaces de superar con éxito esta crisis".
Se ha mostrado así a favor de que la UE siga tomando medidas a corto, medio y largo plazo para garantizar la estabilización de los mercados financieros y de la zona euro.
Rutte tampoco ha afrontado una situación sencilla en su país y dimitió en abril al no poder sacar adelante un nuevo plan de ajuste para reducir el déficit público holandés hasta el 3 por ciento del PIB en 2013, el mismo objetivo que tiene España.
Tras lograr el apoyo de la izquierda parlamentaria para aprobar el plan y enviarlo a Bruselas, convocó elecciones para el 12 de septiembre.
Hoy no ha escatimado elogios para Rajoy, porque, ha dicho, ha comenzado su labor con "una herencia muy difícil" y en condiciones muy complicadas y está trabajando "duramente" para solucionar los problemas del país.
Como ejemplos, ha destacado las medidas de austeridad adoptadas, las reformas del mercado laboral, la educación y la sanidad y los "grandes retos" que está afrontando en el sector bancario.
"España, con todas sus medidas, va por el buen camino y tenemos mucha confianza en que, tanto en España como en Europa, saldremos más fuertes de esta crisis", ha manifestado.
Como Rajoy, ha apostado por mejorar el funcionamiento del mercado interior europeo, la directiva de servicios y la integración en el sector de las tecnologías de la información.
Rajoy ha subrayado también la importante relación bilateral con Holanda, el séptimo país receptor de las exportaciones españolas y el quinto proveedor de España, y ha abogado por impulsar los vínculos comerciales.