"A pesar de que en Rusia el crecimiento de la producción se desacelera como consecuencia del debilitamiento económico de Europa y otras regiones del mundo, su economía muestra una expansión sólida en los últimos tiempos, sustentada en los altos precios del petróleo", resalta el informe del BM.
El organismo financiero, sin embargo, considera que la superación de la diferencia entre las producciones real y potencial, el ligero descenso de los precios de los hidrocarburos y el endurecimiento de las condiciones en el mercado laboral limitarán el crecimiento de la economía rusa.
El BM resalta entre los logros de Rusia de los últimos años la recuperación del PIB anterior a la crisis de 2008, superávit presupuestario, bajo endeudamiento público, recuperación del empleo anterior a la crisis, la inflación más baja en 20 años, crecimiento del consumo entre las capas más pobres de la población, entre otros.
La mayor parte de estos avances se han conseguido por el elevado precio de los hidrocarburos que exporta Rusia, apunta el Banco Mundial.
Por otra parte, la institución financiera cuantificó que las promesas electorales del presidente electo de Rusia, Vladímir Putin, costarán al presupuesto ruso entre 0.5 y 1.5 por ciento del PIB durante los próximos seis años.
"El presupuesto interanual 2012-2014 no prevé las promesas electorales del presidente electo Vladímir Putin", subraya el informe.