El crecimiento económico en 2011, superior al 1.4 por ciento constatado en 2010, se debió en primer lugar a la demanda interna, que aportó un punto de PIB, mientras que las variaciones de existencias de las empresas contribuyeron con nueve décimas, destacó hoy el Instituto Nacional de Estadística (INSEE) en un comunicado.
Por el contrario, el comercio exterior tuvo un impacto negativo sobre el PIB, a la inversa de lo que había ocurrido en el ejercicio precedente, precisó el INSEE.
El alza del 0.2 por ciento en el cuarto trimestre supuso una ralentización respecto a los tres meses anteriores, cuando el PIB había subido un 0.3 por ciento. La economía había progresado un 0.9 por ciento en el primer trimestre, pero esa marcha positiva se vio interrumpida en el segundo, con una caída del 0.1 por ciento.
En los tres últimos meses de 2011, la demanda interior tuvo una contribución positiva en el PIB global de tres décimas, y el comercio exterior de siete décimas, al tiempo que las variaciones y existencias restaron ocho décimas.
Entre octubre y diciembre las exportaciones francesas subieron un 1.2 por ciento y las importaciones cayeron un 1.2 por ciento.
El ministro francés de Finanzas, François Baroin, destacó que la cifra de 2011 es "conforme" a la que desde el pasado mes de agosto había mantenido el gobierno, del 1.75 por ciento, y por eso se reafirmó en sus últimas proyecciones para este ejercicio.
En un comunicado Baroin señaló que el resultado obtenido entre octubre y diciembre "estimula la previsión del Gobierno del 0,5 por ciento para el conjunto del año".
Hasta finales de enero, el Ejecutivo esperaba un alza del 1 por ciento del PIB para 2012, pero lo redujo a la mitad con el argumento de que la crisis de la zona euro había modificado los parámetros.