México crecerá 3.3% en 2012 pese a incertidumbre global, dice BBVA Bancomer

La economía mexicana crecerá este año el 3.3 por ciento y alcanzará un PIB nominal de 1.14 billones de dólares, un ingreso per cápita de 10,410 dólares, una inflación del 4 por ciento anual y tasas de interés entre 4.4 por ciento y 6.4 por ciento, destacó hoy el BBVA Bancomer.

En un reporte de su área de análisis económico, el grupo financiero señaló que en un entorno global de incertidumbre generada por la crisis en la zona del euro, la economía estadounidense registrará un crecimiento de 2.3 por ciento del PIB, lo que mantendrá el impulso a la economía mexicana.

México cerró el año pasado con un crecimiento del PIB de 3.8 por ciento, una inflación de 3.4 por ciento y costos de financiación "en mínimos históricos", lo que supone "un balance positivo para un entorno global complejo que creemos que se mantendrá en lo esencial en 2012 y 2013", señaló el informe de BBVA Bancomer.

Los analistas indicaron que en este escenario el sistema bancario mexicano será un elemento de "fortaleza diferencial para México ya que dada su regulación y niveles de capitalización no tiene exposición a las fuentes de incertidumbre externa".

Asimismo, descartaron que la economía mexicana registre un crecimiento de su demanda interna de manera independiente de la demanda externa debido a la intensa apertura al exterior, no solo en actividades industriales, sino de servicios.

También minimizaron un posible impacto de la sequía en el crecimiento económico.

"No parece a priori que la falta de lluvias vaya a suponer un impacto bajista cuantitativamente relevante en el crecimiento de 2012", lo que solo se reflejará en un menor volumen de producción y mayores precios.

No obstante, explicaron que la sequía en el sector agropecuario tiene un impacto muy acotado en los precios, el cual se refleja en el encarecimiento de los productos de mayor consumo y registra una afectación regresiva en la población de menores ingresos.

Los analistas advirtieron sobre el riesgo de que el entorno externo endurezca las condiciones de financiación, por lo que consideran necesario mantener las políticas macroeconómicas y la estabilidad interna.