En concreto, los temores de los académicos crecieron como resultado de "los comentarios cada vez más incendiarios" de Musk en redes sociales, incluidas sus publicaciones en respuesta a los recientes disturbios del Reino Unido, donde dijo que la "guerra civil es inevitable" o aseguró que el país se estaba convirtiendo en un "estado policial", entre otros.
La Royal Society, la sociedad científica más antigua del Reino Unido y una de las más antiguas de Europa, eligió a Musk como miembro extranjero en 2018 como reconocimiento a su trabajo e impacto en las industrias del espacio y los vehículos eléctricos, gracias a sus empresas SpaceX y Tesla.
Sin embargo, el código de conducta y las normas disciplinarias de la Royal Society establecen que la pertenencia como miembro extranjero en la institución es un "privilegio" que se basa en determinadas normas de conducta; y en el caso de incumplir estas normas se contempla la suspensión temporal o permanente.
"Al hablar o publicar declaraciones a título personal, los académicos y miembros extranjeros deben esforzarse por defender la reputación de la Sociedad y de quienes trabajan en ella, y ser conscientes de que lo que se dice o afirma a título personal podría afectar a la Sociedad", afirma el documento de la Royal Society.
Asimismo, la institución británica contempla varios procedimientos internos ante acusaciones de "mala conducta" contra un académico o miembro extranjero, pero según apunta The Guardian, de darse la expulsión de Musk, sería la primera vez en más de 150 años que la institución retira el título a uno de sus miembros.
Desde su fundación en 1662, la Royal Society británica ha contado con miembros de la talla de Isaac Newton, Santiago Ramón y Cajal, Albert Einstein o Stephen Hawking, entre otros, y en 2011 fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.