"La posición oficial del gobierno español alrededor de Repsol es que era una operación entre privados y que se estaba efectuando conforme a la ley y que por ello el gobierno español no tenía ninguna objeción a la operación", dijo en rueda de prensa Meade.
Meade sustituyó la semana pasada en la cartera de Hacienda a Ernesto Cordero, quien busca la candidatura del Partido Acción Nacional (PAN) para las elecciones presidenciales de 2012.
El pasado 2 de septiembre Pemex, a través de su filial P.M.I. Holdings, adquirió 56.3 millones de acciones de Repsol YPF por unos 1,700 millones de dólares (1,150 millones de euros) a precio de mercado.
En aquel entonces Pemex aclaró que dicha operación se realizó en cumplimiento de lo previsto en el acuerdo de accionistas celebrado con Sacyr Vallehermoso el pasado 29 de agosto.
Entonces ambas compañías alcanzaron un convenio para sindicar los derechos de voto de sus respectivas participaciones del 20 por ciento y del 4.81 por ciento en Repsol, a la vez que el grupo mexicano se comprometió a adquirir un cinco por ciento más antes de un mes de la petrolera española y alcanzar así un 29.81 por ciento, conjunto.
Además, Sacyr y Pemex se comprometieron a no superar este porcentaje y sortear así la obligación legal de presentar una OPA por la petrolera, que debería hacerse si se alcanzaba el 30 por ciento.
El embajador de México en España, Jorge Zermeño, aseguró ayer, en Madrid, que el único interés de Pemex es "seguir siendo participante" en Repsol, tras el acuerdo alcanzado con Sacyr, principal accionista en la petrolera española, por el que unen sus derechos de voto y conciertan su estrategia.
También dijo que en los encuentros que ha mantenido con autoridades españolas no ha detectado ningún malestar o nerviosismo.