"Estamos analizando la situación y por el momento no contamos con una manera segura de traer a los atletas afganos a Tokio preservando su seguridad", afirmó este jueves Parsons a los medios desde Tokio, donde se encuentra para la inauguración del evento el día 24.
Los Juegos Paralímpicos iban a contar con la presencia de dos deportistas de Afganistán, el atleta Hossain Rasouli y la taekwondista Zakia Khudadadi, la primera mujer representante de su país en unas Paralimpiadas, un viaje ahora difícil tras la toma de poder de los talibanes y el caos por salir del país que sufre Kabul.
Las declaraciones de Parsons están en línea con lo dicho este lunes por el director ejecutivo de Tokio 2020, Toshiro Muto, que entonces señaló que la delegación paralímpica afgana "no está en posición de participar" en los Juegos porque "la tensa situación" en su país hace que su desplazamiento a Japón sea "inviable".
"Esto pasará a la historia, cómo el mundo simplemente veía las noticias pero no ayudó a los atletas paralímpicos de Afganistán", afirmó solicitando apoyo el jefe de la misión de ese país en los Paralímpicos, Arian Sadiqi, en declaraciones recogidas por la agencia local de noticias Kyodo.
Sadiqi también enfatizó el deseo de los atletas de competir en Tokio y la necesidad de encontrar una manera de sacarlos del país, y se mostró "muy decepcionado" por la actuación de la comunidad internacional para apoyarlos.
Por su parte, la paratleta afgana Khudadadi lanzó esta semana en redes un vídeo donde afirma que se encuentra "encerrada" en casa de unos familiares en Kabul, la capital del país.
"Mi intención es participar en los Paralímpicos, por favor, tomen mi mano y ayúdenme (...). No permitan que los derechos de una ciudadana afgana en el movimiento paralímpico sean arrebatados tan fácilmente", ruega la atleta durante el metraje.
España ha recibido una petición de evacuación de esta deportista afgana, según informaron el miércoles fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores, para ser incluida en la lista de evacuación y poder salir del país.
Kabul, la capital afgana, ha caído ante los talibanes tras su rápido avance por todo el país y la huida del presidente Ashraf Ghani, declarando la victoria tras 20 años de guerra contra el gobierno instaurado por Estados Unidos y sus aliados.
El grupo integrista musulmán ha señalado su intención de formar un nuevo gobierno y establecer relaciones internacionales renovadas.
El aeropuerto de Kabul está cerrado a vuelos comerciales y se encuentra en una situación caótica. Hasta allí se han desplazado miles de personas que tratan de huir del país.