La demanda colectiva, en la que participa un centenar de inversores del Reino Unido, Alemania y Estados Unidos, ha sido presentada ante la justicia nipona y reclama en total una compensación de 34,400 millones de yenes (315 millones de dólares) al fabricante japonés de vehículos, según recoge este jueves la agencia local de noticias Kyodo.
Los demandantes reclaman esta indemnización por las pérdidas del valor de las acciones de Nissan desde la detención en noviembre de 2018 del expresidente Ghosn y de otro alto ejecutivo de la empresa, Greg Kelly, por no haber declarado a las autoridades niponas compensaciones multimillonarias del máximo directivo durante años.
Además de las causas abiertas en Japón contra Ghosn y Kelly por esas supuestas irregularidades fiscales, está acusada de los mismos hechos Nissan como corporación.
Nissan, por el momento, no se ha pronunciado sobre la nueva demanda presentada en su contra por los inversores institucionales, que consideran que la empresa filtró informaciones a la prensa sobre el escándalo financiero de Ghosn que terminaron por dañar la confianza en la misma y por hundir el valor de sus acciones.
Ghosn huyó de Japón a finales de 2019 mientras se encontraba en libertad con la condición de no abandonar el país y antes de que comenzara su juicio, y desde entonces ha permanecido en el Líbano, ha mantenido que es inocente de todo lo que se le acusa y atribuido su arresto en Tokio a luchas internas en Nissan.
El exdirectivo, quien posee la triple nacionalidad (francesa, brasileña y libanesa), también afronta una investigación de las autoridades de Francia por tráfico de influencias, malversación, apropiación indebida y blanqueo.
Kelly, por su parte, está siendo juzgado actualmente en Tokio por supuestamente haberle ayudado a ocultar sus compensaciones, al igual que dos ciudadanos estadounidenses acusados de haber ayudado a Ghosn en su huida desde Japón al Líbano.