La conferencia empieza en torno a las 14:00 hora holandesa (13:00 GMT) con discursos de apertura de dirigentes como la canciller alemana Angela Merkel, el primer ministro británico y en neerlandés Mark Rutte, el presidente francés Emmanuel Macron, el comisario europeo Frans Timmermans y el viceprimer ministro chino Han Zheng, que intercambiarán experiencias e ideas sobre medidas para adaptar el planeta a un clima cambiante.
Se espera que el discurso de Kerry arroje claridad sobre las intenciones de Washington en la lucha contra el calentamiento global con un discurso en el que tendrá la oportunidad de volver a tomar la iniciativa en la lucha climática a nivel global, después de que el expresidente Donald Trump haya apostado por una política negacionista que le llevó incluso a sacar a su país del Acuerdo de París el pasado noviembre.
La ministra neerlandesa de Gestión del Agua, Cora van Nieuwenhuizen, lanzará la cumbre con un discurso desde La Haya para subrayar los “nuevos desafíos”, como los incendios forestales, las sequías y las inundaciones, que trae el cambio climático en plena lucha contra la pandemia.
SOLUCIONES PRÁCTICAS PARA UNA DÉCADA
Los objetivos de la cumbre CAS son poner sobre la mesa planes y soluciones prácticas a aplicar en la próximo década, como el desarrollo de cultivos resistentes a la sequía, el uso de manglares para proteger tierras contra el aumento del nivel del mar o la introducción de sistemas de alerta temprana para detectar la llegada de condiciones climáticas extremas.
La conferencia acogerá actividades que se celebrarán a lo largo de 24 horas para cubrir todas las zonas horarias y que todos los países puedan participar, aunque -a diferencia de otras conferencias como la COP26 que se celebrará a fin de año en Glasgow- la CAS permite a empresas, ONG, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial explicar los impactos climáticos en la financiación de proyectos futuros.
Un informe del Centro Climático de Adaptación, que se discutirá en la cumbre, muestra que se necesita mucha más inversión para adaptar a los países y comunidades a las consecuencias del cambio climático, lo que eleva a unos 300,000 millones de dólares, de cinco a diez veces más de lo que los estados han comprometido hasta ahora.
En vísperas de la CAS, el exsecretario general de la ONU, Ban Ki-moon, recordó que "no hay una vacuna para arreglar nuestro clima cambiante" y alertó de que este fenómeno está "ocurriendo ahora y de forma mucho más rápida", por lo que hay que anteponer políticas de "adaptación" y "mitigación" contra el calentamiento global.