Mientras los adultos recordaban su infancia, los niños aprendieron acerca de este tradicional objeto mexicano en la celebración, donde el invitado especial fue Colombia, que mostró cometas propios de gran escala, ante el asombro de los asistentes.
Vilma Lucía, integrante de Mundo Cometas, de origen colombiano, compartió que el papalote que presentó a los cholultecas contó con elementos tradicionales de su país, porque los ángeles y el diablo representan sentimientos universales, mientras la foca y el pulpo simbolizan el mar.
“Son cometas inflables que se cuelgan a un piloto, el cual está arriba y va seguido de las cometas decorativas, que son las inflables. En este el piloto es un pulpo, sobre la línea tenemos unos ángeles que representan la personalidad de cada persona, lo angelical", explicó.
Aunque se cree que los chinos inventaron la cometa, que llegó a América durante la Conquista de los españoles, en México se le llama papalote por la palabra papálotl, que en náhuatl quiere decir mariposa.
En algunas zonas del país, como en el estado sureño de Oaxaca, hay ritos en los que los papalotes se usan para guiar a las almas entre el plano terrenal y el inframundo, sobre todo en las vísperas del Día de Muertos, celebrado el 2 de noviembre.
Durante el festival de este sábado, los niños se mostraron interesados en que sus padres les enseñaran la magia de elevar al cielo una estructura frágil y ligera, solo con el aire a favor y un hilo de resistencia para evitar perderlo mientras se agita por encima de sus cabezas.
Gritos de emoción o decepción, pero sobre todos risas, se escucharon en la celebración, que se realizó al pie de la Pirámide de Cholula, lugar ancestral de México, considerado el sitio arqueológico más grande de una pirámide en América.
Los asistentes compartían ideas para lograr que todos los vuelos fueran exitosos, aunque los organizadores prometieron un premio simbólico para la cometa que durase más tiempo en el aire.
El viento a favor originó que el escenario fuera perfecto en Cholula, considerado un Pueblo Mágico por las autoridades mexicanas de turismo.
La visitante Arely del Razo contó a EFE que estar en el festival le hizo recordar su infancia, pues junto a su padre iba a la pirámide para volar papalotes, debido a que era parte de los juegos infantiles que existían hace 15 años.
“Me acuerdo que hace muchos años, cuando estaba más pequeña, venía precisamente con mis papás y con mis hermanas a pasar un rato, recuerdo que aquí volé mi primer papalote, aquí, y es muy bonito estar aquí después de tantos años, la verdad es muy divertido y muy bonito”, expresó.
Mónica Fernández Barajas, madre de familia, consideró que es un evento especial porque los jóvenes ya no juegan con estos objetos, además de que la idea es favorable ante la violencia que se vive en el país.
“Me hizo recordar mi infancia con mis padres, con mis hermanos, yo le calculo como 30 años que no volaba un papalote, y recordar incluso cómo se eleva es enriquecedor y enseñarle a mis hijos esto, creo que es de generación en generación”, reflexionó.