A su vez, advirtió al primer ministro del archipiélago, Hubert Minnis, tras reunirse con el mandatario bahamense que la ONU seguirá estando a su lado.
Guterres vincula el desastre con la crisis climática que afecta al mundo y realizó la visita para llamar la atención de la comunidad internacional sobre la necesidad de aumentar el apoyo al país caribeño tras la catástrofe.
Además advirtió de que miles de personas seguirán necesitando ayuda con alimentos, agua y refugio en Bahamas.
Su visita, para solidarizarse con los afectados por el huracán Dorian, que ha causado, al menos, 50 muertos, se produce en una jornada en la que el archipiélago ha decretado una alerta por el paso de una depresión tropical.
El potencial ciclón número 9 en el Atlántico se convirtió este viernes en una depresión tropical y está a 140 millas (230 km) de Gran Ábaco y a 240 millas (385 km) de Gran Bahama, las dos islas de Bahamas castigadas por Dorian hace menos de dos semanas.
La depresión se mueve en dirección noroeste a 8 millas por hora (13 km/h) y se mantiene desde ayer jueves con vientos máximos sostenidos de 30 millas por hora (45 km/h).
Las fuertes lluvias que traiga consigo podrían suponer un retraso en las tareas de recuperación por el ciclón de hace casi dos semanas.
La alerta, para el noroeste del país, incluye las zonas más afectadas por el anterior ciclón: Islas Ábaco y Gran Bahama.
El numero de desaparecidos por el temporal es de 1,300 mientras que se estima que alrededor de 4,000 ciudadanos bahamenses huyeron a Estados Unidos por el fenómeno natural.