En un comunicado emitido al final de la reunión de Grupo de Contacto en Doha, capital de Qatar, los participantes advirtieron a Gadafi que ha perdido legitimidad por lo que debe dejar el poder, que mantiene desde 1969.
El acuerdo, establecido en el documento final, impulsa un “mecanismo de financiamiento” que otorgue al opositor Consejo Nacional de Transición de Libia, órgano representativo de los rebeldes, recursos para las necesidades financieras a corto plazo.
El objetivo es mantener los servicios básicos en las zonas controladas por los insurgentes, según explicó el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague.
El acuerdo consiste en establecer un mecanismo financiero temporal que deberá ser monitoreado y que utilizará el dinero proveniente de fondos congelados en el exterior a Gadafi y su gobierno para suplir las necesidades de hasta 3.6 millones de personas.
El Grupo de Contacto advirtió que hasta 3.6 millones de personas en Libia requieren asistencia humanitaria como resultado de semanas de enfrentamientos entre las fuerzas leales a Gadafi y los rebeldes en diversas ciudades del este y oeste del país.
Al inicio de la reunión, los miembros del grupo pidieron ejercer mayor presión contra el régimen de Gadafi, pero manifestaron sus divergencias en torno a la conveniencia de armar a los rebeldes e intensificar los bombardeos contra las tropas del líder libio.
La próxima reunión del Grupo de Contacto, creado a finales de marzo pasado en Londres, tendrá lugar a comienzos de mayo en Italia, el segundo país en reconocer al Consejo Nacional de Transición como representante legítimo del pueblo libio.
El Grupo de Contacto sobre Libia está integrado por representantes de los países aliados en la intervención internacional contra el régimen de Gadafi, así como organismos internacionales, como las Naciones Unidas (ONU) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).