Los soldados forman parte de la 16 Brigada de la Policía Militar de Fort Bragg, Carolina del Norte, y están concentrados en la Base de la Fuerza Aérea Davis Monthan en Tucson.
Las tropas forman parte de la Operación Línea Segura (anteriormente conocida como Operación Patriota Fiel), un despliegue de siete mil efectivos en la frontera suroeste de Estados Unidos autorizada el mes pasado a solicitud de la administración Trump.
La Casa Blanca hizo la solicitud en respuesta a los informes de caravanas que avanzan a través de México camino a la frontera de Estados Unidos para solicitar asilo. Al menos cuatro caravanas avanzan por territorio mexicano, y la primera de ellas ha alcanzado llegar ya a Ciudad de México.
El miércoles, los soldados instalaron el alambre de púas en la parte superior del muro fronterizo en los tramos adyacentes al puerto de entrada internacional Dennis DeConcini en el centro de Nogales, Arizona, y lo expandieron hasta el cruce peatonal cercano.
Funcionarios de la Oficina Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) informaron que no podían divulgar detalles de las medidas de reforzamiento en la seguridad, pero indicaron que el Comando Norte de Estados Unidos, que supervisa la Operación Línea Segura, realizará una conferencia de prensa el viernes en Nogales para dar a conocer más detalles.
Líderes locales y residentes en Nogales criticaron la instalación de alambre de púas en los puertos de entrada y describieron el despliegue militar como una "estrategia política" y un desperdicio de recursos.
El alambre de púas "no tiene lugar en la comunidad", dijo el supervisor del condado de Santa Cruz, Bruce Bracker, en declaraciones al periódico Arizona Republic.
Señaló que la grave escasez crónica de personal en los puertos de entrada de Arizona es una amenaza mayor para las comunidades fronterizas como Nogales. "Si el gobierno federal quiere hacer algo para asegurar la frontera en los puertos de entrada (...) nos pueden dar el personal que deberíamos tener", agregó.
El exsheriff del condado de Santa Cruz, Tony Estrada, un opositor de las políticas de inmigración de Trump, dijo que el presidente estaba haciendo un mal uso de las fuerzas armadas para obtener beneficios políticos.
"Gastar todo este dinero, todo este esfuerzo, en lo que obviamente es una estratagema política, está fuera de lugar", dijo. "La utilización de la policía militar de Estados Unidos está muy extendida. Esta no es una zona de guerra", puntualizó.