Minutos antes de las 13:00 horas, desde el Metro Universidad, los diversos contingentes de los diversos planteles de la Escuela Nacional Preparatoria y facultades de Estudios Superiores se reunían para caminar al punto de reunión, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
Con carteles en lo alto indicaban a los que salían de los torniquetes cuál era su grupo. O bien, los jóvenes buscaban el distintivo de su centro de estudios: por ejemplo, los rostros de los jóvenes de la Preparatoria 6 lucían líneas naranjas; de la Facultad de Ingeniería, rojas, y de Medicina con sus batas blancas.
Aún sin iniciar el recorrido, los gritos de “Goya” y consignas retumbaban por el Circuito Mario de la Cueva. Aparecieron los banderines dorados con el escudo de la UNAM en azul ondeando y los caminantes vitorearon al contingente inicial, miembros del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco.
Custodiándolos eran visibles sujetos con sus rostros cubiertos y con tubos de plástico o trozos de madera en la mano, pues conformaban los “comités de seguridad”.
En el comienzo de la marcha, los cánticos más intensos fueron contra las autoridades universitarias y cuando contaron del 1 al 43 para recordar a los estudiantes desaparecidos en Iguala, Guerrero, en septiembre de 2014. Los participantes de la marcha agradecían el apoyo de quienes los alentaban desde lo alto de edificios y casas que rodean Ciudad Universitaria.
Cuando el grupo proveniente de Azcapotzalco arribó a Las Islas, una hora después de su salida a las 13:45, unos tres kilómetros atrás todavía salian contingentes del punto de reunión, entre ellos del Instituto Politécnico Nacional. Se sumaban los banderines guinda con el escudo de esa casa de estudios.
“¡Si nos organizamos se van los porros!”, exclamaban los contingentes al subir las escaleras de la Biblioteca Central, antes de reunirse con los demás grupos.
Mientras, cuatro jóvenes descolgaban una manta blanca con la leyenda insignia de la marcha “¡Fuera porros de la UNAM!”, acompañados por otro lienzo vino con el nombre del IPN, para dejar huella de la presencia de esa institución en la marcha.
A su llegada, los contingentes rodearon el edificio de Rectoría para exigir respuesta al rector Enrique Graue. Aumentaban la intensidad de los “Goyas” ante la presencia de dos helicópteros que sobrevolaban el área.
En ese momento, el grupo de Azcapotzalco tomó el micrófono en la explanada de Rectoría, a un costado de Insurgentes, donde hace dos días sus compañeros fueron agredidos por un grupo porril.
Ahí, una mujer con el rostro cubierto adelantó que mañana en su plantel convocarían a una asamblea para firmar el pliego petitorio y buscar solución a las demandas exigidas.
La totalidad de los contingentes ya había llegado al punto final, aproximadamente a las 16:00 horas, cuando, minutos después, corrieron al interior del Campus Central por la presunta presencia de “porros”.
Un grupo de encapuchados, identificados como “anarquistas” tiraron una valla de Insurgentes para bloquear esa vialidad en dirección al Sur. Como respuesta, los participantes de la marcha les recriminaron sus acciones.
Sin embargo, dichos grupo exigió su libertad de manifestarse para obtener respuesta de las autoridades universitarias. Luego, los jóvenes que increparon a los encapuchados regresaron a Rectoría.