Asimismo, la española Repsol y la minera anglo-australiana BHP Billiton mostraron interés en la licitación para un segundo bloque de exploración de nuevos yacimientos en esas aguas.
Otras empresas interesadas en la licitación sobre los denominados bloques son la petrolera BP Trinidad and Tobago (BPTT) y la compañía Niko Resources, con sede en Canadá.
La ministra de Energía de Trinidad y Tobago, Carolyn Seepersad-Bachan, saludó estas ofertas para la creación de los bloques y resaltó que dos terceras partes de la superficie del país, la mayor parte ubicada en aguas profundas, no ha sido todavía explorada.
Describió la zona de aguas profundas como una región "de frontera" por los "significativos riesgos" que entraña, en momentos en que el Gobierno ha visto reducido sus beneficios por impuestos al petróleo de un 50 a un 35 por ciento.
"En reconocimiento a estos riesgos, acometimos una serie de estudios para establecer una perspectiva de exploración en nuestras aguas profundas", señaló Seepersad-Bachan, quien explicó que los estudios muestran que "hay importantes recursos (de petróleo y gas) en aguas profundas" por descubrir.
Dado los desafíos económicos que implica la producción de gas en aguas profundas, la titular de Energía de la isla caribeña dijo que el Gobierno considerará como una opción la instalación de una línea flotante de gas licuado natural (LNG, por su sigla en inglés) para mejorar la viabilidad económica.
Trinidad y Tobago es el mayor suministrador de gas natural licuado a Estados Unidos y provee a España el once por ciento del consumo español de ese combustible.