Un débil fenómeno climatológico de “El Niño”, y aguas más cálidas por encima de la temperatura normal del mar a través del Océano Atlántico y el Caribe contribuirán al aumento de la actividad, señaló la dependencia al dar a conocer el pronóstico.
La temporada de huracanes, que inicia el 1 de junio y concluye el 30 de noviembre, tendrá entre 11 y 17 tormentas tropicales y entre cinco y nueve huracanes, de ellos entre dos y cuatro de categoría mayor a tres (con vientos de 178 kilómetros por hora), en la escala de Saffir-Simpson de cinco niveles.
Una temporada promedio produce 12 tormentas tropicales, de las cuales seis se convierten en huracanes y tres alcanzan categoría mayor.
Estos datos no incluyen a Arlene, una rara tormenta de pretemporada que se formó sobre el Atlántico oriental en abril pasado.
La temporada de 2016 fue la más activa desde 2012, y registró 17 tormentas tropicales, incluidos siete huracanes, cuatro de ellos de gran intensidad.
Cuando el fenómeno de "El Niño" se encuentra fuerte junto a la cizalladura del viento, típicamente suprimen el desarrollo de huracanes atlánticos, por lo que la predicción de condiciones débiles del fenómeno este año apunta a más actividad, según los meteorólogos.
"El pronóstico refleja nuestra expectativa de 'El Niño' débil o inexistente, y temperaturas de la superficie del mar por encima de la media en el Atlántico y el Caribe y una cizalladura vertical del viento más débil de la media”, dijo Gerry Bell, meteorólogo del Centro de Predicción del Clima del NOAA.
Los huracanes se alimentan de aguas cálidas y pueden llegar a crecer hasta la categoría cinco en la escala Saffir-Simpson, dependiendo de factores como la cizalladura del viento.
"Independientemente de cuántas tormentas se desarrollen este año, solo se necesita una para perturbar nuestras vidas”, advirtió Robert Fenton, administrador de la Agencia de Manejo de Emergencias (FEMA).
En 2016, el peor huracán de la temporada, sin duda, fue Matthew, que alcanzó la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson y a principios de octubre dejó al menos 546 muertos en Haití, cuatro en República Dominicana y 45 más en las Carolinas, Georgia, y Florida.
El pronóstico de NOAA contrasta con el de los meteorólogos de la Universidad Estatal de Colorado que en abril pasado esperaban que "El Niño" estuviera más fuerte y proyectaban una temporada por debajo del promedio con hasta 11 tormentas tropicales, con cuatro convirtiéndose en huracán, dos de ellos de mayor intensidad.