Titulado “Buenas cercas hacen buenos vecinos”, el proyecto iniciará en octubre a fin de celebrar el 40 aniversario del Fondo de Arte Público de la ciudad “inspirado por la crisis de la migración internacional y las tensas batallas sociopolíticas que rodean el tema en Estados Unidos y el mundo”.
El proyecto consistirá en la colocación de más de un centenar de cercas y vallas en numerosos puntos de la ciudad de Nueva York, lo que convertirá este proyecto en uno de los más ambiciosos en la historia del Fondo de Arte Público. Las vallas serán desmontadas hasta febrero de 2018.
En un comunicado, esta dependencia anunció que las instalaciones llamarán “la atención sobre el papel de la valla como manifestación física y expresión metafórica de la división”, además de que explorarán un elemento que se encuentra en el centro de los debates sobre la inmigración y los refugiados.
“Yo fui durante 10 años un inmigrante en Nueva York en los años 80 y el tema de la crisis migratoria ha sido un foco de mi práctica durante mucho tiempo”, explicó Ai.
El artista señaló que las cercas evocan nociones como “frontera”, “seguridad” y “vecino”, que están conectadas con el entorno político global actual.
“Pero lo que es importante recordar es que mientras las barreras se han utilizado para dividirnos, como seres humanos somos todos iguales. Algunos son más privilegiados que otros, pero con ese privilegio viene la responsabilidad de hacer más”, aseguró AI.
Por su parte, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, consideró que el proyecto servirá como “un recordatorio a todos los neoyorquinos de que aunque las barreras pueden intentar dividirnos, debemos unirnos para tener un impacto significativo en una más amplia concepción de comunidad”.
El funcionario recordó que Nueva York ha servido durante mucho tiempo como una puerta de entrada a Estados Unidos para millones de inmigrantes que buscan mejores vidas y se ha beneficiado durante mucho tiempo de sus contribuciones y servicios.
“Este expansivo proyecto de arte público que explora temas referentes a la libertad y el poder de la auto-expresión es un símbolo perfecto y un recordatorio para todos nosotros, especialmente en el actual clima político”, aseguró De Blasio.
El comunicado indicó que las intervenciones de Ai aparecerán en inesperados contextos urbanos de la ciudad: en los tejados, en los espacios entre edificios, en los depósitos de autobuses y como esculturas independientes.
El director del Fondo de Arte Público, Nicholas Baume, puntualizó que el proyecto continua la tradición radical de los artistas que comenzaron a usar el tejido de la ciudad como una plataforma creativa en la década de 1970.
La iniciativa “invita a considerar el papel de la valla en una sociedad moderna y nuestra relación con el objeto en cuestión: ¿esta valla sirve a un propósito? ¿Se siente impuesta o como si formara parte del entorno? ¿De qué me separa? ¿De qué lado de la cerca estoy? ¿Me protege o limita?”, dijo Baume.
La exposición de Ai toma su nombre del clásico poema estadunidense “Mending Wall” (reparar el muro) de Robert Frost, que explora el papel y el impulso de los límites de la sociedad, donde la tradición y el hábito a menudo enmascaran el miedo y la estrechez mental, según los organizadores.
En una declaración al diario The New York Times, Ai explicó que cuando cayó el muro de Berlín, había 11 países con cercas y barreras fronterizas, mientras que para 2016 ese número había aumentado a 70.
“Estamos presenciando un aumento del nacionalismo, un aumento en el cierre de las fronteras y una actitud de exclusión hacia los migrantes y los refugiados, las víctimas de la guerra y las víctimas de la globalización”, opinó Ai.