A poco más de dos semanas para la celebración de la Cumbre del G20 en Seúl, tres analistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) han pedido en Hong Kong un reequilibrio comercial mundial que incumbe principalmente a países asiáticos.
"Los desequilibrios comerciales mundiales son todavía un asunto preocupante, y, aunque después de la crisis han disminuido, aún no han desaparecido (estando en los extremos Estados Unidos, con déficit crónico por un lado, y países asiáticos con importantes superávit por otro)", dijo Abdul Abiad, economista del FMI, en la sede de la Autoridad Monetaria hongkonesa.
"Reducir los desequilibrios aún más es necesario para lograr una economía mundial estable", añadió Abiad.
"Ese reequilibrio es más necesario en Asia, más orientada y dependiente de la exportación que en las economías avanzadas; también por eso subrayamos el capítulo comercial cuando estamos en Asia", aseguró el analista.
"La configuración del tipo de cambio tendría que ser una que facilitara al reequilibrio externo", y, en este contexto, "la apreciación de la moneda china sería muy útil", apuntó por su parte Petya Koeva, jefa de división del departamento de investigación.
La también economista Prachi Mishra ha formado parte del panel que ha presentado en la ex colonia británica extractos del informe semestral "Perspectivas económicas mundiales" publicado a comienzos de octubre, y presentado hoy en formato de mesa redonda.
"Observamos una recuperación, pero ésta es frágil y desigual", subrayó Koeva, para señalar a continuación que las medidas para equilibrar la demanda interna y externa van "demasiado lentas".
Según el informe, dos puntos son esenciales en el proceso de recuperación mundial: De un lado, el reequilibrio de la demanda interna, que debe pasar a depender menos del sector público y más del privado.
Por otro, el reequilibrio externo, que viene a decir que los países con déficit elevados (como Estadods Unidos) deben impulsar su sector exportador y los que tienen un superávit (caso de China) deben estimular su demanda interna, de ahí la necesidad de apreciación de muchas divisas de países emergentes frente a las de varios países desarrollados, concretamente un ajuste del yuan frente al dólar.