Un crecimiento más lento de la población puede ayudar a que los países reduzcan casi un 30% las emisiones de gases que contribuyen al calentamiento atmosférico, según un estudio que publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Una reducción de las emisiones de gases de esa magnitud sería necesaria, según varios científicos, para evitar un aumento promedio de 2 grados Celsius en la temperatura global en 2050.
Los cambios en la dinámica demográfica podrían "influir sustancialmente" las emisiones futuras de gases, añadió el estudio.
O'Neill y un equipo de investigadores estadounidenses y australianos, que usaron un modelo de 9 regiones de la economía global para determinar cómo los factores demográficos afectan el cambio climático, encontraron que la urbanización podría aumentar en un 25 por ciento las emisiones de gases en algunos países en desarrollo.
Sin embargo, los investigadores señalaron que, en cambio, los países industrializados podrían registrar una disminución de alrededor del 20 por ciento como resultado del envejecimiento y crecimiento mucho más lento de sus poblaciones.
"Si se hace más lento el crecimiento de la población, eso por sí solo no resolverá el problema del clima, pero puede hacer una contribución, especialmente a largo plazo", añadió O'Neill.
De acuerdo con las Naciones Unidas, el crecimiento anual promedio de la población alcanzó su máximo de poco más del 2 por ciento entre 1965 y 1970, y desde entonces ha ido bajando de manera sostenida. Ahora es del 1.1 por ciento.
Para mediados del siglo, según los cálculos de las Naciones Unidas, la tasa promedio anual de crecimiento de la población será del 0.3 por ciento.