Titulada “Mapec life”, la investigación se basó en una muestra de mil 200 niños de entre 6 y 8 años de edad residentes en las ciudades de Turín, Brescia, Perugia, Pisa y Lecce; sin embargo, los resultados dados a conocer ese día fueron los de Turín.
“No queremos crear preocupación entre la ciudadanía, pero hicimos un trabajo para comprender los efectos del smog en el sistema biológico de los niños”, explicó el médico Giorgio Gilli, uno de los responsables del proyecto que fue financiado por la Comisión Europea.
Señaló que la investigación se concentró en los efectos de las sustancias contaminantes en el bagaje genético de 220 niños de tres escuelas primarias de Turín.
Dijo que el 53 por ciento de las muestras obtenidas de la boca de los menores presentaba al menos un micronúcleo, es decir, un indicador de una mutación del ADN (Acido desixirribonucleico, que contiene las instrucciones genéticas del individuo).
“Los análisis muestran la capacidad de las partículas en suspensión de inducir efectos tóxicos, mutagenicos y cancerígenos”, declaró Gilli.
Señaló que los datos deben ser interpretados con cautela, considerando la elevada variabilidad del fenómeno, que fue registrado en invierno, una temporada con un alto nivel de sustancias contaminantes en la atmósfera.
Asimismo, explicó que no fueron analizados los daños a la salud, porque las enfermedades aparecen solamente después de años.
“Los análisis continuarán para comprender si las transformaciones en el ADN fueron causadas solamente por las sustancias contaminantes o también por otros factores”, apuntó.