Pero un informe publicado en junio de este año relacionó el caminar con un mayor coeficiente intelectual. Al menos en Estados Unidos.
El estudio sostiene que las áreas metropolitanas del país con más zonas peatonales suelen tener un Producto Interno Bruto (PIB) más alto y sus ciudadanos están mejor educados.
La investigación, realizada por Smart Growth America —un organismo con base en el Distrito de Columbia, Estados Unidos— analizó las 30 áreas metropolitanas más grandes de Estados Unidos y las clasificó según la cantidad de oficinas, comercios y áreas residenciales propicias para caminar.
"El fin de la dispersión urbana está cerca", sostiene la nota de prensa emitida por los autores del estudio.
"Por primera vez en 60 años, los lugares urbanos transitables en las 30 áreas metropolitanas más grandes están ganando cuota de mercado sobre sus competidores suburbanos, en donde se circula más en automóvil".
Pero además hay una "correlación positiva importante" entre cuán transitable es un lugar y el alto nivel educativo de su población activa.
¿A qué se debe? ¿Las personas más inteligentes caminan en lugar de ir en auto? La respuesta es compleja.
¿El huevo o la gallina?
Christopher Leinberger, de la Escuela de Negocios de la Universidad George Washington y uno de los autores del estudio, dice que las zonas urbanas peatonales "son mucho más propensas a tener población con altos niveles educativos".
Sin embargo, Leinberger advierte que lo que no sabemos es si las zonas peatonales atraen a las personas más educadas o si, por el contrario, las personas con altos niveles educativos se mudan a determinados lugares y, entonces, se vuelven más transitables.
Pero la relación está ahí.
Por ejemplo, las ciudades estudiadas con mayor porcentaje de oficinas, tiendas y lugares residenciales en áreas peatonales —Nueva York, Washington y Boston— tienen muchos ciudadanos de 25 años y más con al menos un título universitario.
Y eso no es todo: el nivel educativo no es lo único más alto en las ciudades más transitables; también lo es el PIB.
La disparidad entre las zonas metropolitanas con niveles más altos y más bajos de PIB en el estudio es del 49 por ciento, lo que Leinberger llama una "brecha del primer y segundo mundo; un asunto serio".
Transformación
Claro que, estadísticamente, la correlación de datos no significa que una variable sea la causa de la otra.
No hay suficiente información para poder asegurar por qué las calles de estas zonas urbanas que facilitan el tránsito peatonal están llenas de personas con altos niveles educativos.
Pero es, sin duda, el punto de partida de un debate. De hecho, la afluencia de graduados universitarios en las ciudades llenas de gente y bocas de metro ha comenzado a transformar radicalmente el aspecto de algunas metrópolis.
En las grandes urbes, los ciudadanos con alto nivel educativo se movilizan menos en auto.
Leinberger señala dos excepciones con altos niveles de PIB que son bajos en zonas peatonales. Y ambos están en el estado de Texas: Houston y Dallas.
Con el boom petrolero de la década de 1980, las infraestructuras dependientes de los autos en Dallas (como estacionamientos y centros comerciales) crecieron unas 2.5 veces más rápido que las estructuras peatonales (metro ligero o aceras).
Pero incluso ahí las cifras se se están revirtiendo hoy en día: las zonas urbanas peatonales en Dallas ahora están creciendo 2.5 veces más rápido, dice Leinberger.
Es el mismo tipo de inversión que ciudades como Nueva York, Boston y San Francisco hicieron durante años; y estas tres ciudades figuran entre las cinco primeras del estudio en cuanto a PIB y nivel educativo.
También la edad
Mientras tanto, la gente se está mudando a Texas: su crecimiento económico fue del 5.2 por ciento anual en 2014. Si Texas fuera un país, sería el duodécimo en el mundo en cuanto a PIB (se situaría entre Canadá y Australia).
La llegada masiva de personas con alto nivel educativo está haciendo crecer la economía, pero también demandando tecnologías alternativas a los automóviles.
El estado está construyendo un "tren bala" basado en el famoso Shinkansen de Japón, que conectaría Dallas y Houston.
Sin embargo, la urbanización no es el único motivo por el cual en las ciudades con menos vehículos hay ciudadanos más inteligentes. Los jóvenes también juegan un papel importante.
Los millennials —aquellos nacidos entre 1980 y 2000— son la generación con mayor nivel educativo de la historia.
Cerca de la mitad de ellos tiene, al menos, un título universitario. Y, al contrario que sus padres, todos se están mudando a las ciudades.
Estas tendencias en la población activa se traducen en metrópolis con mayores niveles de PIB y de educación.
"Esto está siendo impulsado, principalmente, por millennials", dice Leinberger.
Hoy día, los veinteañeros y treintañeros se casan más tarde, tienen hijos más tarde y compran casa más tarde, a medida que desarrollan su carrera profesional.
Así que tener una casa grande en las afueras, con jardín y dos autos, ya no es tan importante.
Se van, con sus títulos universitarios bajo el brazo, a las ciudades con metro y zonas peatonales.
De los paseos peatonales a los suburbios
Pero, ¿qué ocurre cuando, finalmente, los millennials forman una familia?
"Los millennials que finalmente se asientan son los que se mudan a los suburbios que están en vías de urbanización", explica Leinberger. "Quieren las mejores escuelas en zonas urbanas peatonales".
Leinberger cita como ejemplo a Arlington, en Virginia.
A tan sólo 8 kilómetros de Washington DC, es un suburbio que cuenta con aceras en el 90 por ciento de sus calles, varios kilómetros de carriles para bicicletas y fácil acceso al Metrorail, el sistema de tren ligero de Washington.
Vale recordar que la capital estadounidense es la primera ciudad, según el estudio, en cuanto a nivel educativo y la segunda en facilidades para transitar a pie.
De nuevo, no hay suficientes datos para saber el motivo exacto que explicaría la correlación entre estas variables.
Pero se pueden observar algunos hechos: las grandes ciudades están creando más infraestructuras peatonales.
Los adultos jóvenes con títulos universitarios viven en ciudades con transporte público y espacios peatonales.
¿Las personas que caminan más tienden a ser más brillantes, mejores trabajadores y tener niveles educativos más altos? Es difícil de decir.
Aunque una cosa es segura: si las ciudades quieren llenarse de gente inteligente que aumente su PIB, será mejor que cuenten con aceras por las que se pueda caminar.