Aunque sobre el papel la expansión global no marcha mal, detrás de los datos se ocultan muchos peligros que podrían desencadenar una nueva crisis, como por ejemplo una salida demasiado rápida de los programas de estímulo, advierte el organismo en su actualización de las Perspectivas de la Economía Mundial.
Para 2015, el fondo mantiene sin embargo su pronóstico de crecimiento mundial de un cuatro por ciento pese al creciente número de conflictos armados.
El FMI se mostró muy positivo con los resultados de España, Reino Unido, Alemania y Japón. Según el organismo, el producto interno bruto (PIB) español crecerá un 1.2 por ciento en 2014 y un 1.6 por ciento en 2015, lo que supone una mejora del 0.3 y del 0.6 por ciento con respecto al informe publicado en abril.
Por su parte, la economía alemana, el motor de la economía europea, crecerá un 1.9 por ciento en 2014 y un 1.7 por ciento en 2015, lo que supone un alza del 0.2 y el 0.1 por ciento respecto a las anteriores proyecciones.
Para toda la zona euro el FMI estima una mejora de un 1.1 por ciento y en 2015 del 1.5 por ciento, esta última cifra una décima mejor de lo que había estimado en abril.
El Fondo considera de las debilidades registradas en Estados Unidos, China y otros países en desarrollo y emergentes parecen estar pasando. "Los indicadores tempranos muestran que la recuperación global ha tomado fuerza en el segundo trimestre de 2014", señala el texto.
La situación se mantiene en cambio difícil para Rusia, que sufre más que otros por su implicación en el conflicto en Ucrania. También luchan con una caída del crecimiento países como Brasil, México y Sudáfrica.
El informe alerta con mayor claridad que en abril sobre los peligros geopolíticos. La situación inestable en Cercano Oriente y en Ucrania podría llevar a un importante encarecimiento del petróleo.
El FMI advierte sobre todo a los bancos centrales, principalmente a la Reserva Federal, de que no deben subir de forma apresurada los tipos de interés. "La política monetaria tiene que seguir siendo flexible en todas las grandes economías importantes", incluso aunque aumente un poco la inflación y mejoren los datos macroeconómicos. El peligro de las burbujas financieras se tiene que conjurar con una regulación más estricta, añade.
El FMI usa en este informe una nueva forma de medir el poder adquisitivo. Con la llamada paridad del poder de compra se tiene en cuenta lo que los habitantes pueden comprar efectivamente en sus respectivos países con el dinero del que disponen. Ello mejora retrospectivamente los datos referidos a los países en desarrollo y emergentes, donde la capacidad adquisitiva es así mayor de lo estimado anteriormente.
Así, el crecimiento global fue en 2012 de un 3.5 por ciento en vez de un 3.2 por ciento, y en 2013 de un 3.2 en vez de un 3.0 por ciento. (DPA)