Lo anterior se desprende de un análisis efectuado en colaboración con Petróleos Mexicanos (Pemex), la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el Instituto Mexicano del Petróleo y la Comisión Reguladora de Energía.
La Sener precisó que de dicho análisis se desprende el documento Prospectiva del Sector Eléctrico 2009-2024, en el cual se estima que durante ese periodo el consumo nacional de electricidad aumentará a un promedio anual de 3.6 por ciento.
Indicó que la planeación para el sector se orienta hacia la optimización del sistema eléctrico nacional considerando herramientas de política energética que contribuyan a diversificar el parque de generación y a garantizar el suministro.
Respecto a la Prospectiva del Mercado de Gas Natural señaló que la demanda interna crecerá a una tasa anual de 2.8 por ciento hasta 2024 y durante ese periodo los dos sectores que predominarán serán el
eléctrico y el petrolero.
Destacó que el gas natural es la tercera fuente de energía más utilizada en el planeta después del petróleo y el carbón, por lo que se ha convertido en un insumo esencial en la economía moderna, motivado por una consolidación del desarrollo tecnológico que promueve el uso de combustibles más limpios, eficientes, económicos y de fácil acceso
En tanto, en la Prospectiva del Mercado de Gas Licuado de Petróleo 2009-2024 se destaca que la demanda interna esperada se mantendrá casi constante para ubicarse al final del periodo en cerca de 300 mil barriles diarios generada por una mejora en la eficiencia de estufas y calentadores convencionales, así como en la mayor penetración del gas natural.
La mayor demanda, explicó, se concentrará en los sectores residencial y de servicios que consumirán 60 por ciento del total nacional.
Detalló que el análisis abarca un horizonte de planeación de más de 15 años, el cual es cinco años mayor al presentado en los ejercicios anteriores, lo que ofrece la oportunidad de establecer estrategias de mayor alcance.
La dependencia federal puntualizó que los retos en la actualidad son asegurar el suministro de energía con calidad, oportunidad, cobertura y con el menor impacto ambiental posible, particularmente en lo que se refiere a las emisiones de gases de efecto invernadero.