Y es que si bien la economía mundial está iniciando un nuevo capítulo de crecimiento, la recuperación es todavía demasiado "débil y lenta", advirtió este jueves la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, al inaugurar la cita anual del organismo financiero en Washington.
Las previsiones de crecimiento global del FMI de 3,6 por ciento este año y 3,9% en 2015, según las Perspectivas de la Economía Mundial publicadas por el FMI esta misma semana, son "bastante buenas, pero no lo suficiente", consideró Lagarde en su tradicional rueda de prensa previa al comienzo de las sesiones del Fondo.
"Podemos hacerlo mejor", insistió y recordó que "todavía hay 200 millones de desempleados" en el mundo, muestra de las falencias en los avances.
Según Lagarde, el objetivo principal en esta fase de la recuperación mundial tras años de profunda crisis es lograr un crecimiento "más rápido y sostenible", al igual que más "incluyente".
Algo que requiere, subrayó, "acciones valientes" por parte de los gobiernos y responsables económicos.
En este sentido, Lagarde insistió en la preocupación que para el organismo que dirige suponen los bajos niveles de inflación de las economías avanzadas, especialmente en la eurozona.
"Nos preocupa ese riesgo potencial en las economías avanzadas en general, y en la eurozona en particular, donde sabemos que una prolongada inflación baja podría dañar tanto el crecimiento como el empleo", declaró.
Sin embargo, consideró "alentador" que el Banco Central Europeo haya reiterado su compromiso para implementar en caso necesario medidas no convencionales en este campo e insistió en la urgencia que para el FMI tiene este tema: "cuanto antes mejor", subrayó.
Otra fuente de inquietud: Ucrania. Tanto el FMI como el BM advirtieron hoy de los posibles daños para la economía mundial si Kiev y Moscú no resuelven sus tensiones.
"Nos preocupa el impacto de la crisis ucraniana en el crecimiento", reconoció el presidente del BM, Jim Yong Kim.
Según subrayó, ya sea corta o más duradera, la crisis ucraniana impactará en la economía rusa y, por ende, en la global, por lo que Kim urgió a las dos partes a "buscar formas pacíficas de avanzar".
Kim anunció también en rueda de prensa en Washington que el BM va a poner a disposición de Ucrania unos 3,500 millones de dólares para presupuesto e infraestructura en el país.
Lagarde por su parte reveló que el FMI tomará una decisión final sobre el paquete de ayuda a Ucrania entre finales de abril y los primeros días de mayo, algo para lo que existe "apoyo desde todas las esquinas del Directorio Ejecutivo" que deberá aprobarla.
Según Lagarde, que confirmó que el paquete oscilará entre 14.000 y 18.000 millones de dólares (10.000-13.000 millones de euros), será suficiente para que Ucrania pueda asumir todos sus compromisos.
El diario The Wall Street Journal aseguró esta semana que Ucrania será uno de los temas principales de una reunión de los ministros de Economía del G7 este mismo jueves al margen de la cita del FMI. En la reunión podrían debatirse nuevas sanciones contra Rusia si sigue violando la soberanía ucraniana, de acuerdo con el rotativo. Mañana viernes será el turno de reunirse del G20, donde Rusia también está incluida.
El FMI tampoco pierde de vista a las economías emergentes, que tras años impulsando la coyuntura global en medio de la profunda crisis de los países avanzados, empiezan a moderar su paso. Algo que conviene vigilar, coinciden el BM y el FMI, pero que tampoco es motivo de alarma total, puntualizó hoy Lagarde.
"El cuento acerca de una desaceleración de los mercados emergentes y acerca de que han perdido impulso es un poco exagerado", sostuvo y consideró que lo que está ocurriendo es un "reequilibrio" de los mercados gracias al repunte de las economías avanzadas, no un paso atrás de los hasta ahora laureados como motores de la recuperación global.
Sí es cierto que estas regiones están ahora más expuestas a la volatilidad, sobre todo una América Latina más vulnerable en general a las posibles consecuencias que entre otros pueda tener la decisión de la Reserva Federal estadounidense (Fed) de comenzar a replegar su hasta ahora expansiva política monetaria, reconoció Lagarde.
Pero la volatilidad es algo que parece asentarse como un nuevo normal y el mundo va a tener que aprender a vivir con ella, sostuvo.
"Sigue habiendo necesidad de mantener una atención constante para evitar las consecuencias de la volatilidad, pero la volatilidad es algo con lo que vamos a tener que vivir", declaró. (DPA)