Putin dice que la consulta celebrada por la población de Crimea "está en consonancia con las resoluciones aplicadas por las Naciones Unidas y Estados Unidos en relación con Kosovo". ¿Qué quería decir?
Kosovo se declaró independiente en 2008, tal como Crimea. El territorio, de mayoría albanesa, se escindió de la República de Serbia. Dos años después, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya confirmó que la declaración de independencia no iba en contra del derecho internacional. Serbia había pedido el estudio de la situación. Rusia criticó en ese entonces el dictamen y lo consideró "poco limpio y netamente político". El estatus de Kosovo sigue siendo tema de debate hasta el día de hoy.
¿La situación de entonces es comparable con lo que ocurre actualmente en Crimea?
El analista alemán Franz-Lothar Altmann, experto en los Balcanes, consideró que de alguna forma es comparable: "En ambos casos las constituciones existentes no permitían la votación". La inconstitucionalidad de la consulta es el argumento utilizado por los que se oponen a la misma, como el gobierno en Kiev. De todas formas, el analista apuntó que el camino hacia la separación es diferente. "La población rusa de Crimea sufrió la opresión", opinó. Además consideró que en Crimea tampoco hubo una fuerte amenaza y discriminación de la población durante mucho tiempo, que podría haber justificado su derecho a la autodeterminación.
En el conflicto de Kosovo la OTAN intervino en 1999 sin un mandato de la ONU, ¿por qué se critica entonces a Putin?
Según la Carta de la ONU, un Estado sólo puede utilizar la violencia para autodefensa o si recibe la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Antes de los ataques aéreos de 1999 ya se sabía de las crueldades que los serbios cometían con los albanokosovares. La comunidad internacional pudo ver imágenes de la masacre de Srebrenica de 1995, cuando las tropas serbobosnias asesinaron a unos 8.000 musulmanes bosnios. Las sanciones no tuvieron efecto.
La resolución del Consejo de Seguridad en la que se demandaba un fin de los combates y la reanudación del diálogo fue incluso aceptada por Rusia, aunque el Kremlin se negó, al igual que China, a aprobar un mandato para una intervención. La OTAN atacó de todos modos para evitar un genocidio mayor. Los rusos en Crimea nunca estuvieron en una situación similar.
Michael Zürn, director de la división Global Governance en el Centro de Investigación Científica de Berlín, considera cuestionable que la intervención se haya ajustado a las leyes internacionales. Hay una evolución en lo ocurrido ahora ya que es que "el derecho internacional protege esencialmente a las personas y no a los Estados", indicó, por lo que cree que una interpretación diferente es cuestionable. Por eso consideró que en este momento de transformación el derecho internacional no sirve demasiado como justificación.