El Consejo Federal (gobierno) se decantó por la opción sueca frene a sus dos competidores: los cazabombarderos Rafale de la francesa Dassault y el Eurofighter del consorcio europeo EADS, integrado por Alemania, Italia, el Reino Unido y España.
El ministro suizo de Defensa, Ueli Maurer, explicó que la decisión responde a que el Gripen es técnicamente excelente, a que encaja con las exigencias de las fuerzas armadas suizas y a que era la opción más ventajosa para el país a largo plazo.
El Consejo Federal destacó también que Suecia ofrece el mayor potencial de los candidatos para una futura colaboración.
Las otras opciones para reemplazar a la actual flota de aviones Tiger a partir del año 2015 eran más costosas y dejaban un menor margen de maniobra presupuestario, agregó el gobierno.
La decisión de comprar estos 22 aviones suecos todavía está pendiente de ser ratificado por el Parlamento cuando aborde el programa de reestructuración armamentística en 2012.
Además, la compra cuenta con la oposición de los minoritarios partidos de izquierda, socialistas y verdes, que podrían convocar un referéndum para tratar de evitar la adquisición.