El director general adjunto de Análisis y Estrategia del grupo Financiero, Carlos Ponce, destacó que solo por la reforma energética la inversión garantizada es de 148 mil millones de dólares, pero se suman los beneficios por la reforma en telecomunicaciones y los recursos obtenidos por el programa de repatriación de capitales.
“La condición de México desde el punto de vista de inversión y de flujos para la siguiente administración no la veíamos hace tiempo y nuestra opinión es sumamente favorable”, argumentó al dar a conocer las perspectivas económicas y bursátiles de la institución financiera para 2018.
Anticipó que bien canalizada y administrada, la cantidad de inversión y flujos con los cuales contará la siguiente administración son lo suficientemente importantes y fuertes para elevar el crecimiento potencial de México de 3.5 a 4.0 por ciento, desde el actual 2.3 por ciento.
Sostuvo que será difícil revertir las reformas estructurales aprobadas en este gobierno, porque muchas de ellas son constitucionales, pero habrá que estar atentos al resultado de la elección presidencial de julio próximo, pues será a quien le toque administrar las inversiones y flujos, resultados de las reformas estructurales.
Ponce comentó que en las últimas semanas parecería que los inversionistas internacionales están un poco más tranquilos sobre el proceso electoral en México.
Estimó que si como resultado de la elección hay continuidad en la política económica, entonces podría haber una reacción favorable de los mercados, pero si no es así, tampoco se esperan cambios sustanciales, y solo habría incertidumbre las primeras semanas y meses, para después tener una recuperación y un escenario de oportunidades.
Por su parte, la gerente de Análisis Económico del Grupo Financiero Ve por Más (Bx+), Mariana Ramírez, señaló que los tres temas de incertidumbre para la economía mexicana este año son la elección presidencial, la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la política monetaria.
Sobre las elecciones, explicó que si bien por sí mismas generan incertidumbre, también serán las más grandes de la historia, pues el mismo día se elige presidente, gobernadores, diputados y senadores.
Si bien es incierto lo que sucederá después de la elección presidencial, resaltó que el gobierno que llegue tendrá un beneficio adicional: los resultados de las reformas estructurales, pues tan solo por las inversiones petroleras son cercanas a 13 por ciento del PIB, lo que dará potencial al candidato ganador, pues los proyectos se concretarán los siguientes años.
En cuanto al TLCAN, apuntó que representa un tema de incertidumbre porque la renegociación podría extenderse más allá del primer trimestre de este año, pero afirmó que hay una baja probabilidad de que Estados Unidos se salga de este acuerdo trilateral.
Sobre la política monetaria, estimó que la tasa de interés de México podría incrementarse en la primera mitad del año, ante la cercanía de la elección presidencial, pero en el segundo semestre se podrían dar recortes en la tasa de referencia.
Así, Bx+ estima que la volatilidad en el tipo de cambio relacionada con el tema electoral se incrementará a partir de abril próximo, pero se moderará en el segundo semestre, una vez que se despejen temas inciertos, como el resultado de los comicios.
Ramírez proyectó que la inflación descenderá respecto al alto nivel que alcanzó al cierre de 2017, en particular durante el segundo semestre de 2018, aunque hay elementos de riesgo para su rápida convergencia a la meta de 3.0 por ciento.
Pronosticó que la economía mexicana crecerá en 2018 entre 2.0 y 2.5 por ciento, favorecida por el sector manufacturero y agropecuario, una inflación entre 4.o y 4.5 por ciento, la tasa de referencia entre 6.75 y 7.25 por ciento, y el tipo de cambio entre 18.25 y 18.75 pesos por dólar.