El resultado incluye la venta de la marca de cafeteras Senseo y la venta de instalaciones de investigación de Philips en Eindhoven (sureste del país), detalló la compañía en un comunicado.
El beneficio bruto de explotación (ebita), alcanzó los 552 millones de euros, un 26 por por ciento por encima del que obtuvo en los tres primeros meses del año anterior.
El beneficio neto de explotación (ebit) ascendió a 438 millones de euros, un 37 por ciento más que un año antes, y la facturación se situó en 5,680 millones de euros, un aumento del 4 por ciento.
Las ventas crecieron en el sector de sanidad (9 por ciento), y en iluminación (2 por ciento), pero se redujeron en consumo de hogares (1 por ciento) e innovación (5 por ciento).
El presidente del consejo de administración de Philips, Frans van Houten, comentó sobre los resultados -que han sorprendido positivamente a los analistas- que "tras una tendencia a la baja en los siete trimestres anteriores... los cambios en la organización empiezan a dar sus frutos".
El directivo se mostró "prudente" respecto a las expectativas para el resto del año, a causa de "las inseguridades en Europa, especialmente en los sectores de la sanidad y la construcción".