El órgano antimonopolio aprobó por unanimidad esa propuesta presentada por Nestlé, luego de que en noviembre le negó el permiso para la compra de la filial de Pfizer en México dedicada a la producción de fórmulas lácteas infantiles al considerar que la operación suponía riesgos a la competencia.
La transacción "llevaría a Nestlé a acumular participaciones de 71 por ciento y 88 por ciento del volumen vendido en los mercados de fórmulas lácteas de rutina para bebés de entre cero y 36 meses", una concentración que redundaría en un aumento de los precios, señaló entonces.
Como salida al fallo de la CFC, dado que la compra de la división de nutrición infantil la hizo a nivel global, Nestlé planteó vender a un tercero en un "plazo breve" el negocio en México, incluyendo la planta donde se producen las fórmulas lácteas.
El comprador, que no puede tener relación ni con la firma suiza ni con la estadounidense, tendrá la licencia exclusiva sobre las marcas de Pfizer, detalló en un comunicado la CFE.
Además, el eventual comprador deberá ser aprobado por el órgano antimonopolio mexicano "para evitar riesgos al proceso de competencia y libre concurrencia".
El objetivo de este mecanismo es que el comprador sea un competidor "viable e independiente" y que Nestlé pueda mantener las condiciones en el mercado mexicano previas a la compra de la división de nutrición infantil de la farmacéutica.
"De este modo, se asegura el cumplimiento de la orden de la CFC de no fusionar en México los negocios de fórmulas lácteas infantiles de Nestlé y Pfizer, y se evita cualquier daño a los consumidores de estos productos en nuestro país", aseveró.