Así se manifestó el consejero delegado de Lufthansa, Christoph Franz, en un encuentro con periodistas en Fráncfort la pasada noche.
Franz aseguró que no se han producido cancelaciones en las cifras de reservas del cuarto trimestre.
Lufthansa transportó en julio un 6.6 por ciento de pasajeros más que en el mismo mes del año pasado y un 0.4 por ciento más de carga.
Lufthansa tuvo en el primer semestre una pérdida de 206 millones de euros, casi el doble que en el mismo periodo de 2010, debido a la catástrofe en Japón y las tensiones en el norte de África.
La presión sobre los precios en Europa y los elevados costos del combustible también tuvieron un impacto negativo en el resultado.
Algunos expertos temen que la crisis de endeudamiento y las pérdidas en los mercados de acciones desencadenen un nivel de incertidumbre que lleve a aplazar inversiones y a reducir el consumo.
La confianza empresarial cayó en agosto en Alemania con fuerza ya que las empresas tienen una peor valoración tanto de su situación actual como la de los próximos meses.
El aeropuerto de Fráncfort va a abrir una nueva pista en octubre con la que aumentará la capacidad de estas instalaciones en un 50 por ciento hasta 126 despegues y aterrizajes por hora, en vez de los 83 actuales, con los que aumenta la capacidad de transporte de pasajeros desde 56 hasta 90 millones de personas.
Franz pronostica que la nueva pista tardará cinco años en cubrir su capacidad completa.