Las ventas en julio fueron un 21 por ciento superiores a las de julio de 2010, cuando el mercado se deprimió tras el fin de un período de estímulo fiscal aprobado por el gobierno del presidente Barack Obama para los compradores de una primera vivienda.
Las ventas de casas se han contraído enormemente desde los 7.08 millones de unidades vendidas en 2005 durante la bonanza.
La asociación indicó que el 16 por ciento de sus miembros dio cuenta de compraventas canceladas en julio, el segundo mes a ese nivel, y esto refleja las bajas tasaciones, las dificultades para obtener financiación o que los compradores se retiraron del negocio.
El precio medio de la vivienda usada fue de 174,000 dólares en julio, una disminución del 4.4 por ciento desde la media de precios en julio de 2010.
Las ventas de viviendas cuya hipoteca es más alta que el valor actual de la unidad en el mercado representaron el 29 por ciento de las transacciones en julio, y han disminuido un 40 por ciento desde un año atrás.
Otro dato alentador es que el inventario de casas usadas a la venta bajó en julio un 1.7 por ciento y quedó en 3.65 millones de unidades lo cual equivale a 9.4 meses al ritmo actual de ventas.
