La mayor acería de China pone en marcha un mercado electrónico del acero

El grupo siderúrgico chino Baosteel, que controla la mayor acería del país, ha puesto en marcha en Shanghái un mercado electrónico para facilitar el comercio de hierro y acero dentro del gigante asiático, recoge hoy el diario oficial "Shanghai Daily".

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El Centro Comercial del Hierro y del Acero de Shanghái está controlado en un 90 por ciento por la acería estatal shanghainesa, y se espera que ayude a reducir los costes comerciales para el sector en China, que afronta serios problemas de exceso de capacidad de producción y estrechos márgenes de beneficios.

Este nuevo sistema también proveerá al sector en china de mecanismo de financiación para la cadena de suministros y servicios de almacenaje, logística y consultoría.

El centro es parte del plan de Baosteel de transformarse en una gran firma estatal que pase de sólo la producción de acero a la oferta de servicios, con la esperanza de que el comercio electrónico le ayude a aumentar su negocio y compensar el enfriamiento y el exceso de capacidad del sector en China.

El presidente del grupo, Xu Lejiang, describe esta evolución como una "tendencia mundial", que encaja además con la nueva política del gobierno shanghainés de reorientar la economía de la capital comercial y financiera de China hacia el sector terciario.

La acería oriental, que está trasladando el 30 por ciento de sus instalaciones de producción fuera de Shanghái, para ayudar a la ciudad a combatir la contaminación, espera también que el nuevo centro contribuya a la fijación en el futuro de un "precio de Shanghái" para el comercio del hierro.

Entretanto China tiene planes para eliminar este mismo año su actual sistema de autorización de importaciones de hierro, en vigor desde hace una década, con lo que espera impulsar aún más sus adquisiciones mundiales de ese metal, del que ya es el mayor comprador, con dos tercios del consumo mundial anual.

Baosteel solía representar a todo el sector siderúrgico chino en las negociaciones anuales de los precios del hierro, ya que hasta hace tres años se decidían tradicionalmente en conversaciones mundiales entre las grandes mineras y las firmas y asociaciones siderúrgicas de cada país.

Las conversaciones eran anuales y se solía adoptar el precio del primer acuerdo alcanzado, pero en 2010 los tres principales productores del mundo, Vale, Río Tinto y BHP Billiton, rompieron ese mecanismo a largo plazo.

Desde 2010 las mineras ajustan los precios del hierro cada trimestre o incluso cada mes, de acuerdo con mecanismos financieros de futuros metálicos, como índices de precios del hierro de uso internacional, lo que empujó a China a lanzar en 2011 un indicador propio para poner sobre la mesa sus propios datos.

Los márgenes de beneficio de las acerías chinas se han ido estrechando en los últimos años por la ralentización de la demanda tras la crisis internacional, sus problemas de sobreproducción local y el incremento de los precios internacionales del hierro por la presión de las grandes mineras mundiales.

Con todo, el año pasado China importó 743 millones de toneladas de hierro, su récord anual hasta la fecha, un 8 por ciento por encima de su cifra de 2011.